Los trabajadores no tienen que preocuparse su este domingo 4 de febrero les toca ir a bretear, ya que todos tienen permiso de sacar un rato para ir a votar.
Así que los jefes no podrán ponerse en mates, ya que la ley establece que todo patrono estará obligado a conceder el permiso, con goce de salario a sus trabajadores, para que acudan a las urnas electorales (artículo 69 del Código de Trabajo y el 262 del Código Electoral).
“Se impondrá multa de dos a cinco salarios base (entre¢852 mil y ¢2.131.000) al patrono que impida a sus trabajadores ausentarse de su trabajo el día de las elecciones durante el tiempo prudencial para emitir el voto, o que en virtud de ello les aplique alguna sanción o les reduzca el salario”, dice un comunicado del Ministerio de Trabajo.
Ese permiso depende de las circunstancias de cada lugar de trabajo, lo que imposibilita al ministerio emitir una directriz general. Sin embargo recomienda acuerdos lógicos y razonables entre el patrono y los empleados tomando en cuenta los horarios y las distancias.
El Ministerio de Trabajo les recordó a los patronos la prohibición que tienen de influir en las intenciones de voto de sus empleados.