Hace 20 años, Vera Suárez encontró en las orquídeas la forma de llenar un vacío que tenía en su vida.

En ese momento, la bióloga enfrentaba una difícil situación personal y gracias al cultivo de estas plantas, adquirió un nuevo pasatiempo.

“Necesitaba algo que me diera paz interior y siempre me han gustado las orquídeas. Recuerdo que cuando era niña, mi papá, quien también es biólogo, me enseñaba sobre ellas, ya que trabajaba en un instituto que investigaba plantas. Así comencé a dedicarme más en serio a este tema”, manifestó.

Vera, de 62 años, recordó que se integró a la Asociación Alajuelense de Orquideología y allí aprendió aspectos para el cuido de las plantas y, además, conoció a muchas personas que le transmitieron sus conocimientos sobre las orquídeas.

“Me atrae principalmente su aroma y la forma de la flor. Son diferentes a las plantas que uno ve convencionalmente y eso es lo que más me gusta de ellas”, comentó esta vecina de San Antonio de Belén.

Doña Vera forma parte de los 25 jueces nacionales que participarán en la VII Exposición Nacional de Orquídeas de la Independencia. La valoración de las plantas se realizará este jueves a partir de las 8 a.m. en el piso 6 de la torre de estacionamientos del Hospital Clínica Bíblica.

Ocupada

Vera comentó que tiene un vivero en su casa, en el que ella y su esposo se dedican al cultivo de plantas.

“Esto me mantiene ocupada, le dedico una gran parte de mi vida y me apasiona. La última vez que hice un listado de mis plantas, tenía unas 500 diferentes, me gustan las especies más raras, se salen de lo convencional. De las nacionales mi favorita es la guaria Turrialba, es como la reina, me parece espléndida, única”, manifestó.

De las orquídeas más peculiares que posee, su preferida es la dendrobium spectabile. Nos contó que su flor es como retorcida y la adquirió hace 2 años.

Suárez, además de cultivarlas, juzga a las orquídeas. Ella forma parte de la Asociación de Jueces de Orquídeas de Costa Rica (Ajucori) y manifestó que como jueza debe escoger la mejor planta de acuerdo con las características de las flores.

“Los conocimientos de las orquídeas se adquieren con el paso del tiempo, es un mundo muy particular. Dedicarse al cultivo de estas plantas es un arte, requiere de mucho tiempo y por eso comprarlas a veces es tan caro”, añadió.

Para doña Vera, lo más satisfactorio de dedicarse a las orquídeas es verlas florecer.

“Me gusta sembrarlas, cuidarlas, dedicarles mi tiempo. Cuando uno ve las flores valora todo el tiempo que se invirtió en ellas, es ver aquella cosa linda por la que uno se ha esforzado”, finalizó.