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Vida nueva a las 23 años, joven venció a la muerte en trágico accidente

Debido al percance un amigo suyo murió y él quedó en coma

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El 30 de mayo del 2015 Jorge Hernández volvió a nacer. Al igual que la primera vez no recuerda cómo se dio todo, lo que sabe es porque se lo contaron sus papás, pero tiene claro que pocos tienen esta oportunidad.

Eran las 2:30 de la mañana, los padres de Jorge, quien en ese momento tenía 23 años, dormían en su casa en San Isidro de Coronado, cuando una llamada los despertó para avisarles que su hijo estaba entre la vida y la muerte.

El carro marca Honda Civic del año 1999, que conducía chocó contra un tráiler en Guadalupe, específicamente 500 metros al norte del colegio México.

De repente, el descanso de sus papás se convirtió en una pesadilla.

Junto a Hernández, viajaban tres muchachos más de 20, 21 y 22 años (Jorge prefirió no dar sus nombres), el último murió horas después en el hospital Calderón Guardia, debido a las severas lesiones en su cabeza.

Los otros sufrieron fracturas en vértebras, brazos y pies, mientras que Jorge, era el único de los sobrevivientes que no reaccionaba.

“No recuerdo nada del choque, lo que me contaron los otros que venían conmigo fue que el carro perdió el control y pegamos de medio lado con el tráiler. Yo salí expulsado, quedé inconsciente y grave”, dijo Jorge.

Horas antes del percance, es decir, la noche del viernes, Jorge junto a sus otros 3 amigos, planearon ir a un bar en Escazú.

Hernández asegura que no consumió ninguna bebida alcohólica porque estaba manejando, pero que estando ahí dijo que sintió una mala vibra.

“Ese día yo no iba a salir, pero en eso uno de mis amigos me llamó y me convenció para hacer algo, cuando llegamos al bar sentía como si algo malo fuera a pasar, no le di mucha importancia, pero fue bastante raro sentir ese presentimiento”, explicó.

La noche continuó para los 4 amigos, que lo único que buscaban era divertirse luego de una semana ajetreada de trabajo.

“Estuvimos en ese lugar y después, como a la 1:30 de la madrugada, nos fuimos, pasamos a un lugar a comer y ahí estuvimos hablando y vacilando, cuando terminamos decidimos que yo los iba a ir a dejar a la casa de cada uno”, añadió.

Cuando iban de regreso, Hernández relató que en el parque de Guadalupe, un grupo de hombres que viajaba en otro carro los interceptó, según él, para asaltarlos.

“Yo de eso no me acuerdo, eso me lo contó uno de los que iba en el carro conmigo. Él me dijo que intentaron bajarnos del carro para asaltarnos, en eso, por la adrenalina yo aceleré para evitar que nos hicieran algo”, comentó Hernández.

“Como le dije antes yo no recuerdo nada, pero antes de eso siempre pensé que si me pasaba algo así, lo que iba a hacer era no irme para mi casa porque a uno lo pueden seguir y luego le hacen daño a la familia, viendo la ruta del accidente, nosotros huimos camino a San José y en eso chocamos del lado mío contra el tráiler”, contó.

Jorge no recuerda nada minutos antes del accidente ni que estuvo internado en el hospital,

“Hay gente que se acuerda de lo que pasó cuando sufre un accidente, al menos yo no, estuve inconsciente y así me llevaron al hospital, tuve un golpe bastante fuerte en la cabeza que me hizo no recordar ni retener mucha información. Ahora que estoy bien imagino a las personas que pasaron algo como lo que me tocó a mí, pero que definitivamente perdieron la memoria por completo, es como que le borraran toda la vida en un instante”,

El día del accidente los médicos no daban mucho por él, el diagnóstico era el peor,

“Yo estaba tan grave que una de las opciones era que no volviera a caminar o podía perder el movimiento de alguna parte del cuerpo, pero no fue así. Estuve cuatro días en coma, cuando me desperté estaba como loco porque no sabía que estaba haciendo ahí, ni porque estaba ahí, pensaba que era un sueño, pero después me di cuenta que no, que estaba en el hospital porque algo malo me había pasado, pero no sabía qué era”, añadió.

Así estuvo 15 días internado, tratando de recordar qué sucedió, por qué estaba herido y sobre todo, por qué lloraba inconsolablemente si no sabía las razones que lo llevaron a un centro médico.

Tras salir del coma y estando aún hospitalizado, uno de los principales problemas que tenía era que no retenía información y que le costaba hablar.

“Mi mamá me cuenta que me decían algo y se me olvidaba o que repetía hasta cuatro veces algo en cuestión de cinco minutos porque no sabía que ya lo había dicho y también me pegaba cuando hablaba, no tenía una comunicación fluida”, contó.

Durante el tiempo que estuvo internado, la familia de Jorge tenía un problema más que afrontar, debían decirle que en el accidente uno de sus amigos había fallecido.

“Imagínese lo que es estar en el hospital sin saber el motivo y que de repente le digan a uno que hubo un accidente, que yo era el que venía manejando y, tras de todo, que uno de los que venían en el carro murió (hace una pausa) es bastante difícil asimilar eso tan rápido”, aseguró.

Luego de esto inició un proceso de recuperación físico y mental en su casa, que lo llevaron a asistir a terapias sicológicas.

“En ese momento tenía muchas cosas en la cabeza, mi vida cambió de un día para otro, todo lo del accidente me afectó bastante, al punto que no podía dormir y estaba viviendo una vida llena de estrés, pero lo logré superar, obviamente todavía me duele, pero uno aprende a superar las cosas”.

Luego del accidente, Jorgito, como lo conocen sus amigos, tuvo una nueva oportunidad para vivir, la cual según él, ha aprovechado.

“Antes me enfocaba en lo que debía hacer en el futuro, pero ahora me doy cuenta que uno tienen enfocarse en vivir el día a día porque en un abrir y cerrar de ojos la vida se va. Esto lo veo como un segundo chance para mejorar y crecer como persona, ahora valoro mucho más a mi familia, amigos y en general, valoro mucho la vida porque es algo que en cualquier momento se va”.

Tres años después, Jorge lleva una vida normal y trabaja como técnico en redes cisco para una empresa en Heredia.

Bryan Castillo

Periodista

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