La tradición y la devoción por el Cristo de Esquipulas se iniciaron en un pequeño pueblito de Guatemala llamado Esquipulas.
Era 1594 cuando los residentes del lugar se organizaron para que les fabricaran la imagen del Cristo del que siempre hablaban los españoles.
Explica el antropólogo Roberto Le Franc en un texto del Museo Nacional de Costa Rica: “la imagen hecha en madera de naranjo, de color amarillo pálido oscuro pronto fue denominada Cristo Negro. Con el transcurrir del tiempo llegó a adquirir fama de milagrosa y se conformó como una devoción en todo el ámbito mesoamericano, incluyendo a Panamá”.
De la mano de los misioneros franciscanos llegó a nuestro país la devoción por el Cristo Negro. La primera comunidad que le abrió los brazos fue Santa Cruz de Guanacate, en los primeros veinte años del siglo XIX.
Fue para 1815 cuando el Negrito conquistó a una región de San José llamada Alajuelita, una tierra al pie de las montañas, cercana a la capital y habitada por gente trabajadora.
“La primera imagen fue traída por los franciscanos, quienes la dejaron en lo que era un caserío y los vecinos la pasaban de casa en casa. Los alajueliteños se organizaron y mandaron hacer después una imagen más grande para consolidar la devoción", explica el cura párroco de la iglesia de Alajuelita, Enrique Rivero.
Esa segunda imagen fue hecha por un artista de Cartago. La talló en madera a petición de Ascención Mora, Joaquín Mora, Cruz Echeverría y Ascención Ávila, todos alajueliteños.
Cuando el artista la entregó la pusieron en un lote baldío que había en el puro corazón de Alajuelita. Al pasar los vecinos se arrodillaran y le oraban a la imagen. En 1818 se consolidó la devoción y los alajueliteños construyeron una ermita.
La imagen es venerada hoy en el Santuario Nacional nada menos que 202 años después.
Desde hace varios años el domingo antes de cada 15 de enero, que es la fecha exacta del festejo del Cristo Negro, hay una procesión desde la Catedral Metropolitana hasta ese templo. Las personas cantan, agradecen y le piden favores al Negrito.
No se puede olvidar que desde 1907 quienes visiten el Santuario Nacional el 15 de enero recibirán el perdón de sus pecados, según lo estableció entonces el papa Pío X.