Un hombre de apellido Rosas jugó la última partida de su vida el domingo pasado, cuando sus familiares llevaron su cuerpo a un casino en el centro de Limón.
El insólito hecho se dio a conocer este lunes por la página Limón Informa, en la cual colocaron un video en el cual se muestra a los allegados de Rosas, quien era colombiano, ingresando el ataúd al casino Columbus Platinum, ubicado a un costado del céntrico parque Vargas.
En el mismo video se ve que el féretro es llevado hasta una mesa de black jack y simulan que el fallecido está jugando una partida.
En el recorrido hacia la mesa, algunos dicen frases como “hasta el último momento”; otros van grabando con sus celulares la entrada al establecimiento y se observa a personal del casino presenciando el hecho.
La Teja contactó a los representantes del casino para conocer si era la primera vez que recibían un ataúd en sus instalaciones, pero a través de la gerencia se comunicó que no estaban interesados en dar declaraciones sobre el tema.
No le fallaron
Una conocida de Rosas, quien era el dueño de la soda Sazón Colombiano, manifestó que en la inusual actividad participaron únicamente los familiares del fallecido.
“Esto se hizo el domingo a eso de las 10:30 a.m. Al llegar al casino, tuvieron el ataúd por unos diez minutos y luego se lo llevaron para darle santa sepultura”, expresó.
Esta persona confirmó que el colombiano falleció el jueves anterior producto de un paro cardiaco.
“Él pasaba mucho tiempo en el casino y siempre pidió que al morir lo llevaran allá, entonces se coordinó todo lo necesario para cumplirle su última voluntad”, manifestó.
Ana Cole, organizadora de certámenes de belleza en la provincia caribeña, dijo que conoció a Rosas hace dos años, pues le colaboró con la organización de un concurso.
“En el 2017 logramos volver a hacer el reinado de los Carnavales de Limón y él nos apoyó con la alimentación y otras cosas que necesitamos. Siempre le agradecí porque, sin ser limonense de nacimiento destinó su tiempo y recursos para unirse a causas de la provincia”, expresó.
Cumplir la voluntad
Lo que pasó con Rosas, aunque es un hecho curioso, no se aísla de la realidad, pues muchas veces, los familiares de un fallecido se esmeran en cumplir la última voluntad de su allegado.
“Pedro” tiene 42 años de trabajar en una funeraria y comentó que durante ese tiempo no le han pedido trasladar al muerto a un sitio en particular, pero sí ha visto hechos curiosos en los velorios.
“Un señor le pidió a su familia que lo enterraran con una botella de whisky y una rueda de cigarros en cada brazo. Recuerdo otra ocasión en la que el fallecido coleccionaba perros de miniatura y se los colocaron alrededor de su cuerpo”, comentó.
Otro colaborador de una funeraria ubicada en San José expresó que en una ocasión, el fallecido era un bombero y en vida pidió que llevaran el cuerpo a la estación y le sonaran las sirenas.
“A veces las familias nos preguntan si se puede llevar mariachis durante el velorio. Tampoco se me olvida cuando una vez una señora se puso a bailar con sus hijos algunas de las canciones que le gustaban a su marido”, dijo.
Para la psicóloga Lucía Mora, el hecho de cumplir la última voluntad de un ser querido se relaciona con el hecho de ayudar a que las personas mueran en paz.
“En los casos de enfermos crónicos es más fácil hablar de voluntades anticipadas, pues hay tiempo de cumplir sus últimos deseos, siempre y cuando tengan un sentido de realidad”, explicó.
Mora, especialista en el tema del duelo, destacó que algunas de las solicitudes más comunes de los fallecidos se relacionan con temas de alimentación, la vestimenta o si desea morir en casa o en el hospital.
“El duelo es muy personal y nadie lo puede vivir por uno, ni tampoco podemos permitirle a la persona que se prolongue. Siempre recomendamos cumplir las voluntades de nuestros familiares, pues eso nos ayudará a asimilar la realidad de la pérdida del ser querido y continuar viviendo”, dijo.