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(Video) Descubren en Guayabo que acueducto corre bajo camino de piedra

En el 2016 se halló una nueva calzada y tres entradas de agua

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El monumento nacional Guayabo es una joya del pasado costarricense.

Es uno de los principales sitios arqueológicos del país y después de miles de años de haber sido habitado sigue dando sorpresas que permiten conocerlo mejor. No es una casualidad que en el 2009 la Asociación Estadounidense de Ingenieros Civiles lo designara patrimonio mundial de la ingeniería.

Un trabajo hecho en el sitio en el 2016 por un equipo de expertos de la Universidad de Costa Rica (UCR) dio a conocer la calzada norte (un camino de piedras de unos 50 metros de largo) y al final de esa calzada dieron con tres entradas que llevan agua de forma subterránea hasta el tanque de captación.

La construcción de caminos y un acueducto que funcionan perfectamente desde hace siglos son solo dos ejemplos que lo bien que trabajaban nuestros antepasados.

María Gabriela Arroyo, arqueóloga de la UCR y quien lideró el trabajo de campo de ese año, nos cuenta que el objetivo inicial de la investigación era estudiar la arquitectura de Guayabo.

“Se ha estudiado por decenas de años y todas las investigaciones nos han servido de referencia para seguir estudiando el sitio. La idea era dar con la calzada norte y nos llevamos la sorpresa de los canales de agua. Esto nos demuestra no solo la complejidad del sitio, sino todo el conocimiento del lugar que tenían los habitantes”, dice la experta.

(Video) Monumento Nacional Guayabo: majestuosidad en 20 hectáreas

El hallazgo

Guayabo, en Santa Teresita de Turrialba, recibió el 18 de setiembre de este año la declaratoria de patrimonio histórico arquitectónico, como un reconocimiento “al más alto grado de desarrollo sociocultural alcanzado por las sociedades prehispánicas, así como las características propias de la organización cacical”, dice el decreto.

El trabajo del 2016 se hizo principalmente entre enero y marzo. El equipo lo integraron cuatro estudiantes de Topografía y seis voluntarios.

“Ya teníamos datos previos gracias a las investigaciones hechas por Carlos Aguilar y Óscar Fonseca. Nos basamos en un plano elaborado por Fonseca para observar la arquitectura del lugar y de la calzada norte ya se habían descubierto unos veinte metros. Nos dedicamos a limpiar la parte del terreno que estaba oculta y así encontramos el camino que está descubierto hoy”, explica la experta.

Monumento Guayabo y su mística belleza

FUENTE: MARÍA GABRIELA ARROYO, ARQUÉOLOGA UCR ILUSTRACIÓN CALZADA: ESTUDIANTES DE INGENIERÍA TOPOGRÁFICA UCR (TCU298-NOVIEMBRE 2016)..    || J.C. / LA TEJA.

Este trabajo de limpieza de la calzada se hizo a punta de machete, pero con mucho cuidado. No se podían usar palas ya que podían dañar las rocas ni se podían cortar árboles grandes. Había que tener cuidado con las raíces de la vegetación, pues se podían desprender algunas piedras si se cortaban las raíces de una forma brusca. Para cortar lo más bajito de la vegetación se usaron espátulas.

Parte del trabajo dejó ver que nuestros antepasados estaban en todas. El sistema de aguas tiene diversas estructuras pensadas y construidas para diferentes necesidades. Las investigaciones revelan que los habitantes captaron nacientes y las redirigieron mediante canales hasta donde la necesitaban.

“Al final de la calzada encontramos una nueva canalización, que son las tres entradas que llevan agua por debajo de la calzada al tanque de captación. Este sistema está tan bien hecho que uno podría caminar por la calzada y el agua no se contaminará porque se transporta por vía subterránea”, detalla Arroyo.

La arqueóloga explicó que para comprobar el recorrido del líquido por debajo de la calzada hicieron pruebas con tintes naturales. Esperaron y después de unos siete minutos comprobaron que el líquido llegaba al tanque de captación.

“La calzada tiene más de mil rocas y todas calzan a la perfección. Nos queda un pendiente y es ingresar para ver el sistema por dentro, pero no contamos con el equipo para observarlo sin dañar el recurso. Se necesita una especie de robot que tenga una cámara que registre lo que se esconde dentro de esas entradas y que haga un ultrasonido de la estructura”, explicó.

En cuanto a la importancia de los hallazgos, la también docente resaltó que cada uno es igual de importante.

“No puedo calificar un hallazgo sobre otro, las temporadas de campo son fundamentales. Necesitamos reconocer quiénes estaban ahí, cómo vivieron, es parte de la identidad del costarricense. Es visibilizar a través de la obra arquitectónica la organización social de ese entones. Si vemos el sitio en sí uno pierde mucho, hay que saber lo que pasaba ahí”, comentó.

Un tesoro

​Según el Sistema Nacional de Áreas de Conservación “Guayabo (declarado monumento nacional el 13 de agosto de 1973) comprende el sitio arqueológico, que consiste en un conjunto de estructuras arquitectónicas prehispánicas elaboradas en rocas (traídas de ríos cercanos), que se construyeron entre el año 1.000 antes de Cristo y el 1.400 después de Cristo”.

Según el arqueólogo Rodolfo Tenorio, el sitio fue abandonado unos 100 años antes de la llegada de los españoles y no se sabe bien la razón. Según algunas teorías fue por guerras y la falta de comida.

“Se han logrado excavar unas cuatro hectáreas y en total hay veinte. En el área descubierta hay 48 viviendas, las cuales se construyeron sobre montículos (bases de rocas) y en cada vivienda habitaban entre 20 y 50 personas. Los montículos tienen tres niveles, el más alto de metro y medio, le sigue uno de un metro y veinticinco centímetros y el más pequeño es de medio metro”, afirmó.

Existe un montículo principal, que se sospecha fue habitado por el cacique (principal líder político) o por el chamán (principal líder religioso). Cerca de ellos hay una zona con tumbas, descubiertas por Anastasio Alfaro a finales del siglo pasado, y cada uno de los montículos están conectados por calzadas.

“Las rocas son de origen volcánico, hace años de años los volcanes chorrearon lava, formaron grandes paredones y con la tembladera y la lluvia, las rocas se fueron fracturando y de ahí las tomaron las pobladores para formar las calzadas y los montículos”, añadió Tenorio.

Para el experto, la declaratoria de patrimonio histórico arquitectónico permitirá a las instituciones vinculadas con el sitio destinar recursos para investigación y para el desarrollo de proyectos.

“Estamos un poco faltos de recursos, para este año contamos con un presupuesto de ¢8 millones, con el cual se pagan salarios y se cubren los gastos del monumento. Es importante seguir invirtiendo en el tema de conservación y además queremos desarrollar proyectos como retomar el sendero natural, para que sea más atractivo para el turista y crear un sendero infantil”, dijo.

En la actualidad, este sitio es visitado por unos 35 mil turistas al año, la mayor parte nacionales (ochenta de cada cien).

Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Nacionales. Trabajó en las secciones de Deportes, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

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