Una exquisita lasaña, una deliciosa chorreada, pancito casero para chuparse los dedos, ceviche de muerte lenta, todo hecho a base de palmito, son algunas de las originales recetas de doña María Luz Jiménez Badilla.
Ella es la dueña de Palmitour, una finca de dos hectáreas en Ticari de Horquetas en Sarapiquí, un hermoso lugar a solo hora y media de Chepe en carro y donde podrá chuparse los dedos con esas comidas.
Pero además, doña María Luz hace un recorrido a sus visitantes por su finca, donde les explica el proceso de producción del palmito de pejibaye, cómo se corta, cómo se debe cuidar, de qué forma se lleva a la cocina y enseña el montón de árboles frutales que tiene en ese lugar. Incluso, agarra una palmera de pejibaye y la pela enfrente de todos y enseña dónde está la parte comestible del palmito.
El lugar está sobre la calle principal que va a Puerto Viejo de Sarapiquí.
Doña María Luz tiene sembrados cerca de 7 mil palmeras de palmito de pejibaye y también cuenta su historia de vida, la cual es un ejemplo de superación.
En la demostración le da un pedazo de palmito crudo a los visitantes, que así empiezan a preparar el paladar para lo que viene.
Ella trabajaba la finca de seis hectáreas con su exesposo, hasta que él se fue y ella quedó con dos de las hectáreas. Pero se armó de valor y empezó a trabajar solita.
“Yo sacaba el producto a venderlo a la calle cuando estaba con él. Entonces empezaron a llegar busetas con turistas y el negocio empezó a crecer”, dijo.
De un pequeño manteado negro, ahora doña María Luz tiene un restaurante con una sala de eventos donde se hacen quinceaños, matrimonios o fiestas y un ranchito más pequeño frente a la plantación, donde suele dar las explicaciones.
Con el sudor de su frente le pudo pagar el estudio a su hija y logra subsistir sola con su pequeño negocio.
“El palmito de pejibaye tiene espinas y se reproducen por hijos. Cuando una palmera tiene hijos, a los seis meses se sacan y se siembran directo en la tierra. Lo que se come, la formación del corazón y toda la estructura salen de las espinas”, explicó a los turistas.
Después de la demostración y del recorrido (como cinco minutos), los visitantes van al restaurante y les preparan los ricos platillos.
Eso sí, para disfrutar de esos exquisitos sabores, debe pedirlo con anticipación, pues la producción no es de volumen y doña María Luz debe saber cuántas personas son y a qué hora van a llegar.
En la comida, el menú podría variar, la vez que fuimos sirvió una entrada de ceviche de palmito, unos patacones (de banano), una lasagna que estaba deliciosa y un pedazo de pan de palmito y chorreada también de palmito. Todo cien por ciento recomendado.
Y es que el cantón de Sarapiquí se distigue porque de su tierra solo salen cosas ricas.
También preparan la única y deliciosa pizza de palmito, receta original del dueño del hotel Ara Ambigua, don Delfín Araya. Es famosísima y ahí la venden a partir de los ¢6.500. Lleva queso mozarella para tirar para arriba y eso la hace bien suculenta.
Rico y nutritivo
La nutricionista Natalia Aguilar dijo que el palmito es un producto que tiene muchos beneficios para quien lo consume, pero que la mejor manera de hacerlo es crudo.
“Es un vegetal altísimo en fibra, por lo que aporta potasio y eso ayuda al corazón y al sistema nervioso y a los músculos. Además, ayuda al sistema digestivo y tiene propiedades medicinales”, dijo.
También tiene vitamina C y cobre entre otros minerales, como manganesio o zinc.
“Lo mejor es consumirlo lo más natural posible. Cuando es envasado se le agregan sustancias para la conservación y generalmente son altas en sodio, aunque se le bote el caldo porque lo absorve y eso lo hace dañino para quienes tienen presión alta o deben cuidar el corazón”.
Si lo va a cocinar déle poco fuego. Es un alimento suave que no requiere mucha cocción, que lo hará perder nutrientes.
Opciones |
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En en el cantón de Sarapiquí hay muchas otras opciones para disfrutar y ayudar al comercio local. La mejor pizza de palmito la consigue en hotel Ara Ambigua, está sola, es vegetariana y sabrosa. También hay un bonito tour de Organic Paradise Tour donde conocerá todo lo relacionado con el cultivo de piña orgánica, un producto más dulce que la piña convencional y que no se produce con agroquímicos. Y no se puede ir sin mojarse y liberar adrenalina al practicar rafting en Hacienda Pozo Azul. Así que déjese llegar. |