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(Video) Las subastas de un sacerdote son la sensación en Guácimo

La platica es para ayudar a gente necesitada y para los gastos de la parroquia

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“Aquí tenemos el chanchito viajero, la base es cinco mil colones. Apenas para que le empiece a echar moneditas para que salga de paseo luego, aunque sea al río del pueblo. Lo tiene Carolina en 5 mil, se lo arrebata Allan en 6 mil. Ahora lo tiene Jonathan en 7 mil. Stephanie se lo quita por 10 mil colones, se lo lleva a la 1, se lo lleva a las 2... once mil colones, se lo quita Allan. Esto es un pleito hermanos, sale Jonathan con 12 mil”.

Posted by Luis Alberto Aguilar on Thursday, June 11, 2020

Este es el ambiente que se vive los jueves, cada quince días, a las 7 p.m. en la casa cural de la parroquia Inmaculada Concepcion de María en Guácimo de Limón, donde se lleva a cabo la muy popular subasta del padre Luis Alberto Aguilar por Facebook.

Como le ha pasado a muchos, las iglesias la han visto a palitos para recaudar fondos durante esta pandemia, pues los templos fueron cerrados por el Ministerio de Salud y tienen previsto abrir hasta el 21 de junio, pero solo permitiendo el ingreso de 75 personas.

Resulta que hace un mes una señora le regaló al padre Luis seis chanchitos de barro pequeñitos y le dijo que los vendiera o los rifara para que se ayudara.

Pero al cura se le ocurrió subastarlos, les tomó fotos y las subió a su página de Face “Luis Alberto Aguilar”, posteando que los subastaría en la noche.

Empezó con una base de mil colones, pero ese primer día llegaron a pagar hasta 20 mil por cada chanchito y en media subasta otros feligreses le ofrecieron más cosas, como una pierna de cerdo y unos audífonos.

"La parroquia ha venido desarrollando una serie de iniciativas en el campo social. Con esto de la pandemia muchas familias la pasan mal, y con los recursos de las subastas damos apoyo comprando alimentos a las personas que pasan necesidades. También nos ayudamos con los gastos de la iglesia”, comentó el sacerdote.

A la fecha se han realizado cinco subastas a las que se suman en promedio 180 personas en la transmisión en vivo, son tanto vecinos de la localidad como personas de otros lugares, quienes luego pagan lo que compraron por SINPE móvil o transferencia, el artículo se les envía por encomienda.

El padre ha subastado bolsas de pan, cartones de huevos y lo más caro que ha pagado alguien es 60 mil colones por una bola de fútbol.

La primera transmisión la hizo solo, pero como el asunto ha agarrado cierta fama en la zona y cada vez se apunta más gente, ahora le ayudan tres personas más en la logística.

La plataforma también ha servido para apoyar con publicidad a los negocitos locales porque le regalan cosas para subastar, pero de una vez se les mete el anuncio.

Aunque han aparecido algunos troles que se pasean en ciertas ventas, con perfiles falsos, por dicha son una minoría.

Aguilar tiene reportes de familias enteras que se reúnen en la sala y ponen la subasta en la pantalla para gozar con las salidas del padrecito y las pujas.

“Siempre me ha gustado evangelizar en redes sociales, en el mundo virtual hay muchas oportunidades”, reconoció este párroco con 10 años de experiencia, quien también es el asesor nacional de la pastoral juvenil.

Eso sí, reconoce que nunca antes había subastado nada, todas las salidas y la narración le nacen de su imaginación.

“Cuando se hacen bingos en las parroquias yo los canto, me gusta. Esto fue un invento de última hora, no tenía experiencia , pero me gustó la forma en que salió. Más allá de lo que se vende, es sentir el lado humano del sacerdote, que trata de tener un espacio para alegrar y entretener a la gente. Las familias de acá esperan la subasta cada 15 días, los niños están felices”, aseguró el cura.

Sus colegas han catalogado la idea como una bonita experiencia, incluso el obispo de Limón, monseñor Javier Román, se sumó a la iniciativa y le regaló una imagen de la Virgen que trajo desde Roma, Italia, para que el mejor postor se la lleve a casa.

"Es una buena iniciativa del padre en unión con la comunidad. Primero para tener un espacio de encuentro y después para lograr algún recurso para las necesidades de la parroquia, que en estos tiempos ha estado muy difícil.

“Aprovecho para agradecer a las personas que nos siguen apoyando en las parroquias, esto demuestra la solidaridad, la gente está dispuesta a colaborar con los necesitados”, aseguró monseñor Román.

Si usted quiere apuntarse a la subasta, la próxima será el próximo jueves 25 de junio. Solo debe meterse en la página de Facebook “Luis Alberto Aguilar”.

Shirley Sandí

Periodista.

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