(Video) Llaveros espías son un pegue para monitorear a la pareja, pero usarlos es una bronca

Juez alerta de que dicha acción es un delito

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Cada vez hay más artículos en el mercado para espiar a la pareja y así darse cuenta, de una vez por todas, si le están poniendo los cachos.

Uno que está pegando bastante es un rastreador GPS en tiempo real, que tiene un micrófono oculto y que a simple vista parece un llavero.

Este es uno de los artículos que tiene en venta Tico Espía.com, tienda virtual de agentes encubiertos que se dedican a investigación privada y a la venta de tecnología.

"Hay de diferentes tipos, el llavero da ubicación y micrófono en tiempo real y en todo el país, se programan con un chip telefónico y a través de una aplicación puede estar monitoreando a la persona siempre y cuando haya cobertura”, explicó uno de los investigadores de Tico Espía.com, quien prefiere que mantengamos su identidad protegida.

El agente aseguró que el éxito de estos dispositivos radica en un 50% en el aparato y en un 50% en la malicia del cliente, quien es el que decide dónde se colocará para que no sea descubierto. Los lugares más usados para camuflarlo son carros (dash, asientos) bultos o ropa.

La batería del diminuto aparato dura de uno a tres días y el micrófono se activa cuando el cliente llama al aparato mediante una aplicación y se activa sin hacer ruido, permitiendo escuchar lo que pasa alrededor. Cuesta 85 rojitos y usa un chip prepago.

Tico Espías también cuenta con seguimiento con persona encubierta, que incluye moto, fotos, videos y reporte. Cuatro horas salen en ¢80 mil y la hora extra en ¢20 mil.

El agente agregó que de 10 personas que contratan sus servicios, siete corroboran sus sospechas.

“Hay software que se usan especialmente para control parental, pero la gente que busca infidelidades lo usa mucho también. Solo se ocupa tener acceso de uno a dos minutos al teléfono de la pareja, meter un link y seguir unos pasos. Ya con eso puede tener un monitoreo de llamadas, fotos y chats”, explicó el experto.

Quitarse el ojo

Otro de los servicios que buscan mucho las personas son las "soluciones contra espionaje", es decir, que sospechan que su pareja los está espiando y quieren librarse de ello.

Tico Espías realiza “barridos” para corroborar si hay algún equipo que lo está espiando. Por ejemplo, con ayuda de un escáner de radiofrecuencia dan con dispositivos escondidos en carros, teléfonos o casas.

Dichos barridos cuestan entre ¢80 mil y ¢200 mil, dependiendo de la distancia donde se ubiquen y los metros cuadrados a cubrir.

En Tico Espías sostienen que siempre firman un contrato de confidencialidad y aclararon que no realizan acciones de venganza, pues les solicitan mucho el servicio de agredir a las o los amantes.

Es delito

Aunque en Tico Espías señalan que vender este tipo de artículos de rastreo no está prohibido, dependiendo del uso que le de la persona, sí se podría meter en un broncón.

El juez penal William Serrano aclaró que el GPS es un dispositivo que da información sobre la ubicación geográfica y si se coloca sin autorización o sin consentimiento de la persona, se está ante espionaje y un delito informático estipulado en el artículo 232 del Código Penal.

“Instalación o propagación de programas informáticos maliciosos. Será sancionado con prisión de uno a seis años quien sin autorización y por cualquier medio, instale programas informáticos maliciosos en un sistema o red informática o telemática, o en los contenedores electrónicos, ópticos o magnéticos”, dice el artículo 232 del Código Penal.

Sobre el uso del micrófono, Serrano aseguró que es una captación indebida de manifestaciones verbales y también es delito.

“Artículo 198.-Será reprimido, con prisión de uno a tres años, quien grabe sin su consentimiento las palabras de otro u otros, no destinadas al público o que, mediante procedimientos técnicos, escuche manifestaciones privadas que no le estén dirigidas, excepto lo previsto en la Ley sobre registro, secuestro y examen de documentos privados e intervención de las comunicaciones. La misma pena se impondrá a quien instale aparatos, instrumentos, o sus partes, con el fin de interceptar o impedir las comunicaciones orales o escritas, logren o no su propósito”.

Parejos
Según el libro “La vida secreta de la esposa infiel: poder, pragmatismo y placer”, publicado en noviembre pasado, la infidelidad femenina oscila entre el 26% y 70% y la masculina entre el 33 a 75%.
La publicación señala que en comparación con 1990, las mujeres engañan 40% más, mientras que los números entre varones se han mantenido.