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(Video) Pandemia convirtió a comerciante en inventor

Vecino de Jacó elabora dispensadores y lavamanos muy creativos

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En medio de la pandemia, a un comerciante del cantón de Garabito le nació su lado inventor para cuidar a sus clientes y de una vez generar trabajito entre los artesanos locales.

Se trata de Allan Jiménez, quien es el dueño de la popular soda Marea Alta de Jacó y quien diseñó económicos aparatos mecánicos para dispensar alcohol, agua y jabón líquido.

Los hace con dos materiales principales, tubos de PVC y estañones usados, los cuales acondiciona para que queden muy corrongos. Incluso, si el cliente así lo quiere, contrata a artistas para que los decoren con pinturas de mariposas, lapas y otras especies de esa linda zona del Pacífico.

(Video) Comerciante de Jacó se convierte en inventor debido a la pandemia

“Son estañones que se utilizaban para aceite, ahora yo les doy un segundo uso. La idea se me ocurrió a mí y hemos estado vacilando porque si ha habido un cliente de tubos PVC soy yo, porque con veinte años de tener negocios en varios lugares, siempre ando lidiando con drenajes y pilas que se taquearon, he comprado cualquier cantidad de figuras de PVC, entonces ahora valiéndome de mi experiencia inventé este sistema.

“Los estañones uno los compra en los lubricentros, son para desecho, pero uno los pinta y los reutiliza”, comentó este avispado comerciante.

A puro pedal

Los dispensadores no usan electricidad, están construidos con pedales (para evitar usar las manos) y algunos de ellos hasta techados para ponerlos al aire libre.

En varios comercios ya utilizan los aparatos diseñados por Jiménez, quien quiere que muchos más se beneficien con su ingenio.

“Quiero vender bastantes y darle trabajo a gente que colaboraba conmigo en mantenimiento y una finiquita donde produzco cerdos, ellos me están ayudando a cortar y a hacer los estañones y varios artistas me cobran por aparte los dibujos, la idea es que todos ganemos un poquito”, comentó el pulseador.

La elaboración lleva bastante trabajo porque hay que lavar el estañón, cortarlo, pintarlo por dentro y armarlo. En la parte superior lleva una capa de resina, el lavamanos y se le monta la estructura de PVC.

Los precios van desde los 50 mil colones hasta los 170 mil. Don Allan cuenta con un empujoncito que le está dando el Banco Nacional y anda viendo cómo baja costos.

“Yo lo que me estoy ganando ahora ese el mínimo porque las figuras de PCV me salen muy caras aquí, voy a ir a San José a ver si las puedo conseguir más baratas en la fábrica. Un estañón sencillo lleva además PVC, piezas de aluminio y el lavatorio.

“Los dibujos se cobran por aparte, si son 3D son más caros. También dependen del material del estañón, porque los de acero inoxidable son nuevos y mucho más caros. Y tengo otros galvanizados que son más resistentes”, aseguró Jiménez.

Todos a pulsearla

Jiménez comentó que en el momento en que llegó la pandemia al país, todos los negocios de Jacó siguieron al pie de la letra los lineamientos del Ministerio de Salud, sin embargo, eso los ha golpeado muy duro en la parte económica.

“Hay algunos comercios que han cerrado definitivamente porque no han aguantado, gente que paga alquiler y el dueño del local no es consciente de la situación y pretende cobrar igual que antes o la mitad, ya ni la mitad se puede pagar.

“Otros estamos trabajando al cincuenta por ciento, pero en realidad no estamos recibiendo ni el vente por ciento de las ganancias que se hacían antes. Al menos yo tenía treinta colaboradores, solo en la soda tenía dieciocho y ahora la mayoría están liquidados, estamos trabajando solo con seis, entre ellos mi esposa, mi hija y mi nuera”.

Don Allan dice que parte de lo que a él lo ha salvado es que no tiene que pagar alquiler.

“En el banco me han perdonado los pagos de los créditos de estas mensualidades, primero tres meses y ahora nos dieron otra prórroga, porque la situación no está ni para pagar ni la mitad de los pagos que se hacían antes, no hay plata”, contó el comerciante.

Jiménez espera inspirar a muchos dueños de negocitos que, como él, han tenido que ponerse a vender mascarillas o caretas, pues eso es lo que está comprando la gente en estos momentos.

Jacó es una zona turística que depende, en gran parte, del visitante extranjero. Costa Rice prevé abrir fronteras el 1 de agosto.

Shirley Sandí

Periodista.

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