Obviamente, si vamos a comer acompañados debemos quitarnos la mascarilla para poder hacerlo, sin embargo, mientras lo hacemos debemos manteneros en silencio.

No solo porque hablar con la boca llena es de mala educación, sino porque al hablar mientras comemos nos exponemos a tragarnos las gotas microscópicas de saliva de nuestro acompañante, quien podría estar enfermo de covid-19 sin saberlo y contagiarnos.

Así lo evidencia un video hecho por la Televisión Española y circulado por Euro News en el que se observan el montón de partículas aerosoles que emitimos mientras conversamos, así como mientras viajamos dentro de un ascensor, entre otras situaciones.

Pero para comprenderlo mejor, conversamos con el médico epidemiólogo Yayo Vicente, quien nos recomienda mejor comer calladitos y ya una vez que terminemos, volver a colocarnos la mascarilla y ahora sí, si lo desea conversar, eso sí, tampoco hacerlo por largas horas, menos si están en un lugar cerrado.

No crea que es que va a ver el cuechazo caerle dentro de la boca, sino que son partículas tan pequeñas que no se ven, pero igual están en el ambiente, como el humo del cigarrillo, que termina siendo inhalado por el fumador pasivo e igual lo puede enfermar de cáncer como el fumador.

“Ojalá guardando la mayor distancia posible con quien a uno lo acompaña a comer, sentados uno frente al otro y no a la par, aunque sean de la misma burbuja”, agregó el médico.

Y es que si la persona que nos acompaña está enferma, cualquier microgota que expulsa va a tener el virus y si uno las respira o se la traga al tener la boca abierta, como decimos popularmente, se jodió.

“Entre más tiempo esté uno expuesto, más riesgo. No es lo mismo estar compartiendo diez minutos en un lugar cerrado que hacerlo tres horas”, recalcó el especialista.

El carro con los vidrios cerrados es otro espacio donde esta situación podría pasar, máxime si pone el aire acondicionado, por eso ahí también debe portar la mascarilla si viaja acompañado y no es alguien con quien convive.

Mantenga las medidas

En estos momentos, en los que el número de contagios aumentó considerablemente y hay un alto riesgo de colapso de hospitales por la alta demanda de camas, lo recomendación de todos los profesionales de salud es respetar las medidas con más rigor.

“Conforme tenemos más personas contagiadas, debemos pensar que hay más personas contagiadoras, no es lo mismo cuando habían 300, que cuando hay mil, o tres mil, por eso hay que usar la mascarilla, lavarnos las manos bien con agua y jabón, no solo mojárselas, tratar de no romper la burbuja, salir lo menos posible, el protocolo de estornudo, el de tos y tratar de estar en lugares abiertos”, recordó el doctor Vicente.