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(Video) Sobrino de policía asesinado en asalto quiere seguir sus pasos

Franklin Rojas recibió cinco balazos en 1999

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Franklin Rojas Picado, hoy de 19 años, debe su nombre a su tío Franklin Rojas Camacho, quien a los 31 años murió asesinado en un asalto al servicentro San Pablo de León Cortés el 1 de marzo de 1999.

Aunque su tío murió en el cumplimiento del deber como policía, el joven Franklin quiere seguir sus pasos en este riesgoso y sacrificado trabajo de cuidar a los demás.

La decisión del muchacho ha dividido a la familia, en la que reconocen que se trata de un trabajo honorable, pero temen que vuelva a ocurrir algo que les llene de dolor.

“Desde pequeño me gustó mucho la policía, desarrollé como un gusto por esto y desde hace como hace un año empecé el proceso de reclutamiento y selección para incorporarme a la Fuerza Pública. Me gustaría trabajar en la calle un tiempo y luego especializarme en seguridad informática”, comentó el joven.

Su papá, don Mario Rojas, es uno de los que menos comparte la idea, en especial por la parte de trabajar en la calle.

“Mi hijo pasa viendo series de investigación, como CSI, y le gusta averiguar lo que hacen los cuerpos policiales como los Linces o la GAO. Está estudiando ingeniería informática, por lo que estoy tratando de convencerlo de que termine de estudiar y luego se incorpore a la policía, pero ya a nivel profesional. El miedillo es que se exponga a toda la inseguridad que existe actualmente”, explica don Mario.

Don Mario cuenta que sus hermanos César y Elí, quienes son policías, le han dicho que trate de convencer a Franklin para que no se meta en esto porque conocen los riesgos desde la primera línea del oficio.

Y es que la vida de este joven está muy ligada a la de su tío aunque no lo conoció.

Cuando sus padres –Lenys Picado y Mario– se dieron cuenta que serían papás, en abril de 1999, no dudaron en que el nombre que le pondrían al bebé si era un niño sería Franklin en honor al hermano asesinado en el cumplimiento del deber un mes antes.

“Como a los tres o cuatro meses de embarazo de mi esposa aún no teníamos ningún ultrasonido que nos dijera cuál era el sexo del bebé, pero yo sabía que iba a ser un niño porque en un sueño vi a mi hermano Franklin con un niño de la mano y me lo entregó en mi casa. Desde ese momento supe que se trataba de mi hijo y así fue”, contó don Mario.

El chiquito nació el 14 de diciembre de 1999 y ellos cumplieron lo que habían dicho.

Muy unidos

Mario y Franklin eran los más cercanos de los ocho hermanos del grupo familiar. Iban a la escuela y jugaban juntos en las quebradas y en las fincas de San Antonio de Corralillo, en Cartago, donde crecieron y donde aún vive la familia.

Mario se encontraba en Guadalajara, México, cuando le avisaron que su germano había sido asesinado. En una ambulancia lo trasladaron desde Guadalajara a la capital de México para que regresara a Costa Rica.

A las 9 de la noche estaba en el Juan Santamaría, pero todavía le faltaba un largo recorrido hasta San Antonio de Corralillo, en Cartago, donde velaban a Franklin en la casa de sus padres.

Movido por el sentimiento, Mario le dedicó un acróstico a su hermano que aún hoy cuelga en la sala de la casa de su madre y que entregaron como recuerdo en el novenario de Franklin.

(Un acróstico es una composición que tiene letras (al inicio, en medio o al final de sus versos) con las que se puede formar una palabra o una frase).

Trágica madrugada

Franklin Rojas tenía 12 años de ser policía cuando un asaltante le pegó cinco balazos a quemarropa en San Pablo de León Cortés.

Él y su compañero Víctor Manuel Mena hacían una ronda por el centro de San Pablo, a eso de las 2 de la madrugada, cuando vieron movimiento en la bomba y se acercaron a ver qué pasaba.

Cuando estaban llegando, uno de los asaltantes gritó que venía la “paca” (como se llamaba antes de manera popular a la policía). Los oficiales gritaron a los delincuentes que se detuvieran y entonces uno de los ladrones empezó a ordenarle a otro “¡péguelo, péguelo!” y el hombre disparó cinco veces. Tres de los tiros le dieron en el pecho y en estómago y dos en los brazos.

Como era joven y tenía buena condición física, Franklin aguantó más de una hora hasta que llegó la ambulancia que lo trasladaría al hospital Max Peralta, en el centro de Cartago, pero cuando iban por La Cangreja, en la carretera Interamericana sur, sufrió un paro y falleció.

Este oficial era el quinto de ocho hijos y dejó viuda a Rosa Martínez y huérfana a una bebita (Angie Rojas) de solo nueve meses a la que pidió que cuidaran cuando se debatía entre la vida y la muerte. Hoy la joven está estudiando para ser ingeniera forestal, algo de lo que su padre estaría muy orgulloso.

Sueño de despedida

Doña Carmen Camacho, madre de Franklin, le contó a La Teja que se ha soñado varias veces con su hijo.

En uno de esos sueños lo vio todo vestido de blanco y le decía que era un santo; en otro lo vio bajando de un árbol y le decía que venía a despedirse porque no había podido hacerlo.

La semana antes de su muerte, Franklin había sacado vacaciones para ayudar en la organización de las fiestas patronales de San Antonio de Corralillo donde, según doña Carmen, se despidió de todo el pueblo, que lo quería mucho.

La gente del barrio la apoyó mucho cuando se dio el crimen y a doña Carmen le permitió soportar aquel doloroso momento.

Cada domingo esta valiente madre le paga intenciones en la misa del barrio para que su hijo esté con Dios.

La mamita también recuerda con nombre y apellidos a Alexánder Araya Jara, a quien condenaron cuatro años después de la muerte de su hijo, como responsable de haber jalado el gatillo.

Araya fue detenido el 22 de junio del 2002 en una finca en El Ceibo de Pocosol, en San Carlos. Descontó una condena de 25 años y como el año cárcel es más corto, ya está libre desde hace unos cinco años.

César, el otro hijo de doña Carmen que también es policía, recordó las palabras de su padre, dona Carlos Rojas (ya fallecido); el señor decía que, a pesar de todo, era mejor que su hijo Franklin lo hubieran matado mientras trabajaba y no robando.

(Video) Hijo asesinado se despidió de su madre en sueño
Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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