La Caja Costarricense de Seguro Social pisó el acelerador en la vacunación contra la influenza y, aprovechando que muchos se acercaron a buscar la inyección contra este virus antes de que les llegara el turno, la institución decidió seguir aplicándola sin el orden que había establecido.
La Caja había lanzado un calendario con la semana que le correspondía a cada apellido (por su letra inicial), el cual iba desde el 4 de mayo y hasta el mes de julio; sin embargo, a partir de esta semana todas las personas con factores de riesgo, que son a las que cubre la campaña de vacunación, podrán acercarse al Ebáis que les corresponde a recibir el pinchazo.
La medida se da por el interés de las personas por vacunarse, contrario a años anteriores. También porque en los centros donde se aplica han sido flexibles para ponerla aunque no le tocara a la persona.
Las personas que recibirán la vacuna de la Caja son niños menores de 7 años, adultos mayores, embarazadas y personas con factores de riesgo como diabetes, cáncer o hipertensión.
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“El objetivo de las letras (de los apellidos) era espaciar a los asegurados y reducir tiempos de espera para evitar el contagio por COVID-19, pero las dos primeras semanas revelaron que la capacidad de tráfico en los vacunatorios es suficientemente amplia para responder a la expectativa de la comunidad de vacunarse cuanto antes, sin causar aglomeraciones”, dijo la doctora Leandra Abarca Gómez, coordinadora de Inmunizaciones de la Caja.
Colaboración
Oficiales de la Fuerza Pública y de las distintas Policías Municipales colaboran en la gestión de la fila y en dar protección a las personas, sobre todo cuando el sitio de vacunación se ha puesto en un lugar distinto a donde está el Ebáis.
La semana pasada, el doctor Mario Mora, director de la Dirección de Desarrollo de Servicios de Salud de la Caja, señaló: “Los servicios deben adecuarse y responder a las necesidades, expectativas y condiciones de la población, puesto que el llamado institucional es poner al usuario en el centro de la atención”.
“Los servicios deben ser flexibles para adaptarse a la dinámica de la población y sensibles a las expectativas de ellos sobre el cuidado de su salud, siempre y cuando se cumplan con los principios y ordenamientos institucionales”, añadió el médico.
Las autoridades recuerdan que al vacunarse se disminuye el riesgo de contagiarse de influenza y de ver afectadas seriamente sus vías respiratorias en caso de complicarse.
La vacuna surte efecto dos semanas después de aplicada, una vez que se desarrollan los anticuerpos necesarios.