Un hombre apellidado Sandí Delgado fue condenado a 22 años de cárcel por matar de una puñalada a su expareja, Iris Aracelly García Hernández, de 47 años.
El atroz crimen ocurrió el 26 de agosto del 2020 en una casa en Roxana de Pococí, en Limón, y fue presenciado por el hijo de García, que para ese momento tenía 10 años.
El juicio contra Sandí, que inició el pasado viernes, llegó a su fin la mañana de este lunes 7 de febrero cuando los jueces del Tribunal de Pococí dieron a conocer la sentencia en su contra por un delito de femicidio.
Al final el Tribunal decidió recetarle 22 años de cárcel, tres menos de los que solicitó el fiscal Luis Grijalba el pasado viernes durante la etapa de conclusiones.
Según los jueces, el día del asesinato, García recibió una llamada telefónica y Sandí, pese a que ya no era pareja de ella, se puso celoso y la atacó. Se dice que él también se enojaba si ella salía.
El Tribunal también destacó la declaración dada por el hijo de Iris, quien contó que al momento del ataque Sandí le dijo a su mamá que le hacía eso porque le había mentido y le había sido infiel.
Capítulo cerrado
Yeilin Adriana Godínez García, otra hija de Iris, dijo que tras escuchar la sentencia quedó con un sin sabor, pues ella tenía la esperanza de que los jueces le dieran un castigo más duro a Sandí por arrebatarle a su amada madre.
“De igual forma uno sabe que no hay años que puedan sustituir o consolar la ausencia de mi mamá, pero uno trata de conformarse con el resultado que está dando el Tribunal”, dijo.
— “Uno trata de aceptar, sabemos que ellos (jueces) son profesionales y tienen criterio para dar esa pena, uno queda un poquito como sin sabor”, dijo Yeilin Godínez, hija de Iris García.
Pese a que la sentencia no fue del todo de su agrado, Yeilin dijo sentir un alivio en su corazón, pues al final se hizo justicia por el caso de su mamá.
“Hay un alivio, es un capítulo que se cierra, son casi dos años esperando, él al principio había aceptado un proceso abreviado, pero luego se arrepintió, se hizo el inocente, pero sabemos que de inocente no tiene nada, él sabe muy bien lo que hizo y lo que implicaba”.
Relación fracturada
Yeilin contó que su mamá y Sandí iban a cumplir cinco años de vivir en unión libre, pero la relación ya estaba fracturada, él solo se mantenía en la vivienda porque a su mamá le daba lastima echarlo a la calle, por lo que estaba esperando que consiguiera un apartamento.
“Él ya había tenido problemas con mi mamá porque no le gustaba laborar, de hecho todo comenzó por ahí porque mi mamá siempre fue una mujer muy trabajadora. Ella me había comentado que le había pedido a él que se fuera de la casa, pero que él no correspondió”.
Tras cometer el femicidio, Sandí huyó de la vivienda pues los gritos de auxilio del niño atrajeron la atención de los vecinos. Horas después el sujeto se entregó en la delegación de la Fuerza Pública de esa zona.