Sucesos

Abuela encarcelada por secuestro de gringo: “¡Qué me investiguen porque con toda seguridad yo no sé nada!”

La adulta mayor dice que no sería capaz de causar dolor a otra familia

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Con un semblante tranquilo, pero triste, con unas sandalias de hule que dice le quedan flojas y un suéter de lana blanco que le prestaron fue como una abuela de apellidos Aguirre Leal, de 71 años, aceptó hablar sobre el secuestro y la desaparición de un comerciante gringo que habría sido planeado por su nieto.

Para ella fue inevitable que se le salieran las lágrimas conforme hablaba del caso, insistía ser inocente y rogaba para que pronto la sacaran de la cárcel Vilma Curling (Buen Pastor), en San Rafael Arriba de Desamparados, en donde debe pasar por lo menos hasta julio, mes en el que vence su medida cautelar.

Aguirre es viuda, madre de cuatro hijos, oriunda de Upala, Alajuela y desde el 2000 compró una propiedad en La Trinidad de Moravia, San José; fue en este terreno donde las autoridades judiciales ubicaron por última vez al extranjero William Sean Creighton Kopko, conocido como Tony.

Al extranjero lo secuestraron en setiembre anterior y desde entonces se desconoce su paradero; la abuela niega que el gringo haya sido llevado a su casa.

Contó que en esa propiedad pretendía hacer un apartamento para alquilarlo y no pasar sola, pero que jamás se prestaría para que llevaran a una persona y le hicieran daño.

“Que me investiguen porque con toda seguridad yo no sé nada, dicen que ahí han estado haciendo excavaciones, ¡Gloria a Dios! Porque con eso me libro de lo que no he hecho”.

“Por ese Dios que está en el cielo y todo lo ve, yo no conozco a nadie (refiriéndose al extranjero), rechazo eso, no es cierto que en mi casa se haya llevado tales cosas, no es cierto, yo soy una señora mayor limpia. No es cierto, no es cierto ¿qué pruebas tienen contra mí?”, repetía mientras afirmaba desconocer sobre el comerciante desaparecido.

La adulta mayor contó que desde el año pasado no estaba viviendo en esa propiedad porque unos vecinos la molestaban y que su hija (otra de las acusadas de apellidos Vega Aguirre) se iba para Cuba para congregarse en la santería (es afrocubana, algunos los consideran adivinos).

“Mi hija no quería que yo me quedara en mi casa sola mientras ella andaba en Cuba, por lo que me alquiló una casa en un condominio en La Unión de Cartago, me dijo que era por mi seguridad, ya que en Moravia tengo unos vecinos que me trataban mal”, expresó.

“Me dijo que solo era por un mes y se regresaban”, mencionó.

Desconocía que estaban en España

La señora aseguró que su hija y nieto la llamaban, pero como en Cuba el Internet es limitado se les cortaba la comunicación.

“La última vez que hablé con ellos fue poco antes de que me detuvieran, nunca les pregunté donde estaban”, dijo.

“Me enteré por medio de los fiscales que estaban viviendo en España”, expresó.

La abuela no sabe de qué o cómo vivían sus parientes fuera de Costa Rica.

“No sé porque nunca fui allá, no estuve allá con ellos”, argumentó.

La abuela soltó el llanto mientras decía que desconoce el paradero de su nieta de 10 años, hermana del ingeniero.

“Mi chiquita siempre andaba con su mamá (la sospechosa), mi hija siempre la jalaba para todo lado y ahora no sé sobre ella, no sé si también la detuvieron en España con ellos”, mencionó.

“Somos una familia pulseadora”

La adulta mayor sostiene que no son una familia de plata, pero sí pulseadora.

“Si mi hija tenía que limpiar casas, lo hacía, si tenía que vender ropa o cosméticos también lo hacía, incluso, las dos fuimos ‘polacas’, o si tienen que recoger basura también... ella tuvo una pizzería y con eso pudo sacar adelante la familia, es una mujer muy activa”.

La abuela asegura que con las ganancias a su hija le alcanzaba para pagarle el condominio, también pagaba otro alquiler para ella y hasta para comprar los boletos para estar saliendo del país.

“Para mí esto es algo que me confunde y que no puedo superar...”.

“No sé si es cierto eso que los agarraron con plata... Mire, mi casa en La Trinidad tiene una hipoteca y ya me dijeron que la voy a perder porque no he pagado... ¿No cree que si mi nieto e hija tuvieran plata no me hubieran pagado esa deuda?”, expresó mientras permanecía sentada.

–¿Qué le dice a la familia del comerciante?

“Me pongo en el lugar de ellos, en ningún momento hemos tenido que ver con esta situación. Yo especialmente no tengo nada que ver, no conocía a ese señor, no me doy cuenta y no sería capaz porque no me gusta hacer lo que no me gustaría que me hicieran a mí”.

“Me sacaron como una criminal”

Esta abuela señala que desde la madruga del viernes 11 de enero pasado tiene un trauma y se asusta al dormir, asegura que ahora le tiene miedo a los agentes del Servicio de Respuesta Táctica (SERT) del OIJ.

“El día que me cayeron en el condominio eran como 50 personas, me sacaron como toda una criminal. Estaba dormida y luego vi esos monstruos encima mío, me decían: ‘levántese’, luego me agarraron entre dos de los brazos y me sacaron arrastrada, quise agarrar un niño Jesús que tenía del portal y ellos le metieron un patadón (al adorno) y luego me mantuvieron encañonada”, expresó la adulta mayor.

Mencionó que no la dejaron sacar los medicamentos que toma para la tiroides, colesterol y los dolores de cabeza.

La adulta mayor va a cumplir tres semanas de estar en la cárcel y hasta este viernes 25 de enero no había recibido ninguna visita.

“A mis dos hermanas les ha da miedo visitarme por todo lo que se dice, todos tienen miedo”, mencionó la abuela mientras le bajaban las lágrimas.

La abuela, junto con sus hijos, un hombre de apellidos Vega, de 46 años (encarcelado en San Sebastián); una mujer de 45; su nieto de apellidos Morales Vega, de 25; la novia de él, de apellidos Solís (estudiante de Sicología) de 24 y otras siete personas son acusadas de secuestrar al gringo en setiembre, desde entonces se desconoce el paradero.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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