Una adulta mayor de apellidos Aguirre Leal, de 76 años, sentenciada por haber participado en el secuestro y homicidio de un estadounidense, volvió una vez más al Tribunal Penal de Goicoechea.

Justamente fue en la sala 3 de este juzgado donde la condenaron hace casi un año, el 20 de mayo del 2022, a 65 años en la cárcel por haber participado en el ataque contra el gringo radicado en suelo tico William Sean Creighton Kopko.

Trascendió que el actual defensor de la adulta mayor es el exministro de justicia Marco Feoli, quien habría alegado que la adulta mayor merecía estar libre por asuntos de edad y de salud, hasta que la sentencia quedara en firme.

Esta sentencia está en manos de los jueces del Tribunal de Apelación, quienes deberán determinar si está bien sustentada para que quede en firme.

La adulta mayor estuvo custodiada de dos agentes de cárceles en la sala 2, se trató de una audiencia privada.

Las juezas que vieron este caso fueron Laura Chaves, Ivannia Delgado y Mercedes Muñoz, estas últimas incluso fueron las que impusieron la pena contra la adulta mayor en el 2022.

Ellos escucharon los alegatos y rechazaron la solicitud del abogado Feoli, por lo que la adulta mayor deberá seguir cumpliendo su condena en la cárcel de mujeres Vilma Curling.

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Caso estremecedor

Aguirre es la abuela de un pizzero con conocimiento en informática de apellidos Morales Vega, de 29 años, señalado por la Fiscalía como el líder de una banda que secuestró y mató a William Sean Creighton.

El nortemaricano, de 43 años, fue visto con vida por última vez el 24 de setiembre del 2018, luego de ir a dejar a un amigo en Granadilla.

La familia del estadounidense pagó $900.000 en monedas de bitcoins (poco más de ¢553 millones) por su liberación; sin embargo, Creighton nunca regresó y en setiembre del 2019 fue hallado sin vida enterrado en una fosa en Quepos.

Además de la abuela condenaron al líder y otras ocho personas, entre ellos la mamá, el tío y la novia del cabecilla, dos oficiales de Tránsito, un guarda y una maestra, a un total de 515 años de prisión. A eso hay que sumarle otros 33 años de cárcel contra un hombre de apellidos Ford Dowman, de 40 años, quien se sometió a un proceso abreviado al aceptar los delitos por los cuales fue acusado por la Fiscalía.

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Además, la investigación sigue abierta porque el 15 de diciembre anterior detuvieron a otros dos sospechosos de haber participado en este secuestro del estadounidense, se trata de dos hombres de apellidos Molina y Morales.