Marvin Brenes Oviedo, acusado de matar a su esposa Andrea Fernández, utilizó una frase bíblica este jueves, durante el juicio que se lleva en su contra en el Tribunal Penal de Heredia, para insistir en que es inocente.
Patricia Núñez, representante del Ministerio Público, solicitó una pena de 48 años de cárcel. Según ella, el que Fernández haya quedado embarazada y diera a luz a una bebita, habría motivado a Brenes a cometer el femicidio, ya que eso habría cambiado el estilo de vida al que estaba acostumbrado.
La sentencia por este caso será dictada el próximo lunes a las 11 de la mañana y el hombre quiso hablar antes de que el debate concluyera.
“Desde el primer día me he mantenido con la verdad, todas las preguntas que me han hecho las he contestado. Yo entiendo el dolor de los familiares y amigas de Andrea, el dolor de perder a un familiar cercano yo no lo había experimentado hasta que perdí a mi esposa. Es un dolor enorme, un dolor que despedaza el corazón, me veo muy fuerte por fuera, pero el mismo proceso de estar encarcelado, los lugares que he visto y lo que he vivido, me han hecho fuerte”, dijo Brenes.
El hombre asegura que él se mantiene fuerte ante los ojos de Dios y asegura que la cita bíblica Juan 8:32 lo acompaña.
Dicha cita dice textualmente: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
“Yo no maté a mi esposa, la amé, la amo y la seguiré amando”, dijo el imputado.
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El abogado defensor de Brenes, Sergio Gamboa, solicitó este jueves que lo condenen por maltrato, pero que se le absuelva por dos tentativas de femicidio y por la muerte de su esposa por duda, haciendo referencia a detalles de la autopsia que para ellos no están claros.
La autopsia indicó que Andrea murió estrangulada, ella tenía una fractura del hueso hioides en el cuello.
Incluso, la familia de Brenes contrató al patólogo Jorge Manuel Vargas Marín, quien llegó al juicio a cuestionar los resultados de la autopsia, aunque nunca ha realizado una en su carrera.
Los abogados de la familia de Andrea pidieron una acción civil resarcitoria de ¢666 millones por daños, ¢222 millones para Luciana, hija del imputado y de la fallecida, y el resto para los padres de Fernández, quienes son los que ahora cuidan de la niña.