Afectados ruegan a Dios para que no llueva más

Cielo Ugalde tenía cerca de una semana de haber llegado a Finca Uno de Palmar Sur, cuando la tormenta Nate devastó la casa en la que vive con su esposo y los dos hijos.

La humilde familia se quedó sin electrodomésticos, sin muebles y hasta sin ropa, pero el agua no les arrebató las ganas de salir adelante.

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“La tormenta nos agarró en la noche y en cuestión de 15 minutos el agua inundó la casa y no pudimos hacer más que salir corriendo para la casa de una vecina. Ahí nos quedamos mientras bajaba el agua. No hemos ni terminado de salir de eso y ahora nos dicen que vienen más lluvias, ya uno no sabe ni qué hacer, porque contra el río no se puede luchar”, relató la mujer.

Pese al temor de la lugareña, este miércoles en la tarde el sol calentaba y continuaba secando los húmedos suelos.

Cielo dijo que se siente muy agradecida con los vecinos, porque se han portado muy bien con ellos y hasta les han ayudado a ir reponiendo las cositas.

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“No me puedo quejar, porque nos han ido ayudando. Esta semana fui al IMAS y entregué los papeles, esperamos que pronto llegue la ayuda de ellos”, agregó esperanzada.

Cerca de la casa de doña Cielo, el río Térraba destruyó un dique que destruyó el camino hacia otras fincas.