EscucharLas agresiones verbales y físicas a las que se enfrentó Angelita Vega Ocampo le cambiaron por completo el carácter.
Al menos así lo aseguró Luz Vega Ocampo, hermana de la mujer a la que asesinaron junto a la hija, Melany Paniagua, de 16 años, el 11 de agosto del 2014, en Mercedes Norte de Heredia.
Luz dio su testimonio este jueves durante el juicio que se lleva a cabo en los Tribunales de Heredia contra un hombre de apellido Núñez, que figura como sospechoso de cometer el doble crimen y que era el compañero sentimental de Angelita.
Según explicó Luz, los maltratos contra su hermana comenzaron a mediados del 2011 y causaron que Angelita se volviera una persona más reservada, temerosa y vulnerable, que con costos se acercaba a su familia para pedir apoyo.
“Él (Núñez) le bajó mucho la autoestima, le decía cosas muy feas y la familia de él también la trataba muy mal. Incluso logró que Angelita se volviera distante con nosotros por miedo a que le hiciera algo por si decía lo que pasaba.
“Usted sabe señora jueza que si uno le hacía un reclamo a Núñez cuando uno llegaba a la casa, luego iba a ser mi hermana la que pagaba los platos rotos”, manifestó.
De igual forma, la señora comentó que desde la vez que Angelita se separó del hombre, por última vez en el 2013, este le decía que había encontrado una mejor mujer.
“Él decía que la nueva novia era mucho mejor, que no era una loca ni bipolar como ella, eso claro que afectó mucho a mi hermana”, confesó la señora entre lágrimas.
Doña Luz tenía planeado pasarse a vivir con las víctimas en diciembre del 2014.
Mamá e hija murieron asfixiadas por la cinta con la que les taparon la boca y por los fuertes golpes que recibieron. Los cadáveres los hallaron dentro de la casa en la que convivían con Núñez, en Mercedes Norte de Heredia
Al hombre se le investiga por acabar con la vida de las dos mujeres con la intención de cobrar las pólizas de vida, eliminar dos deudas grandes que estaban a nombre de Angelita y así apropiarse de dos taxis y una casa que le pertenecían a su pareja. Núñez era el beneficiario.
