Allegada de Allison Bonilla: “Nunca olvidaré que comimos juntas horas antes de que desapareciera”

Los conocidos de la joven dicen que el poder sepultarla les da un poco de paz en medio de tanto dolor

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Todas las personas que conocieron a Allison Bonilla guardan en su corazón los bellos recuerdos que compartieron con ella y la describen como una joven buena, llena de sueños e ilusiones.

Irene Vargas, prima de la suegra de Allison, fue al funeral, pero no pudo entrar por la restricción de espacio en el templo debido a la pandemia, pero desde afuera escuchó la misa y despidió a la joven.

Ella contó que tuvo la oportunidad de compartir mucho con la muchacha, incluso estuvo con ella horas antes de que desapareciera.

"Llegó feliz como siempre, era muy coqueta y siempre andaba impecable. Uno le decía que se veía linda y ella empezaba a hacer que modelaba. Recuerdo que ese cuatro de marzo estaba muy alegre y mientras llegaba Harold (el novio) le servimos comidita, ella nos agradeció mucho.

“Cuando nos despedimos yo le dije que tuviera mucho cuidado, se fue para la casa en el bus de las 8:15 de la noche. A las 10 me llamó mi prima y me dijo que Allison había desaparecido, que no había llegado donde la mamá y yo no lo podía creer, entré en una desesperación terrible. Nunca voy a olvidar que comimos juntas horas antes de que desapareciera”, recordó con tristeza.

Gran sufrimiento

Irene dice que los últimos siete meses han sido muy duros, ya que no entiende cómo alguien pudo acabar con la vida de la noble muchacha.

"De Allison yo no recuerdo ni una mala cara, siempre fue una muchacha linda, buena y especial. De verdad que no comprendo cómo alguien le pudo hacer una cosa así.

“Los seis meses en los que no se supo nada de ella yo la lloré mucho, le pedía a Dios que la mantuviera con vida. Un día, mientras tomaba café con mi prima (la suegra de Allison), nos llamaron para decirnos que la estaban buscando en un basurero porque supuestamente la habían tirado ahí, fue un dolor tan grande, la desesperación fue tremenda porque uno se imagina todo el dolor que sufrió”, dijo.

Irene dijo que este domingo, al despedir a Allison, sintió al fin un poco de paz, pero la indignación y el dolor por la pérdida siguen presentes.

“Aunque una condena no nos va a devolver a Allison, sí le daría una lección a la persona que la mató. Quienes la queremos confiamos en que las autoridades judiciales van a demostrar que en este país sí hay justicia”, aseguró.

Sueños llenos de amor

Monserrat Leandro fue muy amiga de Allison y dice que se siente agradecida con Dios por poder al fin cerrar este capítulo de incertidumbre sobre el paradero de la muchacha.

"Estos siete meses fueron muy duros para mí, me costaba comer y dormir por la angustia que sentía de no saber nada de mi amiga y luego por pensar que todo este tiempo su cuerpo estuvo en un basurero.

“En los últimos días he tenido sueños extraños y siento que Allison tiene que ver con eso. Sueño que yo voy caminando y que una estrella me sigue a todas partes, yo siento que esa estrella es mi amiga y que ella me está cuidando desde el cielo”, relató.

Allison estaba estudiando belleza y acostumbraba ir al salón de belleza de su tía Xiomara a ayudarla, ahí fue donde Monserrat la conoció.

“Yo siempre he ido al salón de Xiomara y cuando conocí a Alli nos hicimos muy buenas amigas, éramos bastante cercanas”, comentó.

Ella tampoco tuvo chance de entrar a la misa de despedida, pero desde afuera honró la memoria de su amiga y le pidió a Dios que le dé fuerzas a ella y a la familia de Allison para continuar sin ella.