“Tengo animales y siempre los dejo durmiendo debajo de la casa, protegiéndose con unas baldosas, pero apenas vi que la lluvia no paraba los tuve que subir, porque si no se me ahogaban las gallinas, los perros y los otros animales”.
Esas son palabras de Mario Alberto Coto, vecino de B-line de Matina, Limón, quien sufrió por las inundaciones que se dieron en las últimas horas en el Caribe.
Coto explicó que en en la noche del martes y la madrugada de este miércoles se venían baldazos muy fuertes, luego escampaba apenas una media hora y por eso se dieron las inundaciones.
En esa misma comunidad nos encontramos a Edwin Amaya, quien iba caminando con su bicicleta al hombro porque el agua le llegaba a la cadera, él nos contó que salió a ver cómo estaba la comunidad porque toda la tarde y noche del martes, así como la madrugada del miércoles, llovió con mucha fuerza.
“Este miércoles amaneció lleno, ocupaba salir, pero no se pudo”, dijo con tristeza, al referirse sobre una oportunidad de trabajo que tenía.
Agregaron que la quebrada Calderón en B-line es la que provoca las inundaciones en los barrios cercanos.
También conversamos con Pedro José Aguirre, quien explicó que el río Barbilla es el que inunda la comunidad en Dabao de Batán, afectando las casas y las siembras de palma de aceite, de plátanos y de pipas.
Condiciones mejorarán hasta el viernes
El Caribe permanece en alerta naranja. Incluso, Alexánder Solís, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), dijo que habilitarían un albergue en Matina.
La alerta verde se mantiene para el Valle Central, Pacífico central y sur.
Rebeca Morera, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), explicó que estas condiciones son consecuencia del empuje frío #14. Nuestro país está en el hemisferio norte y en noviembre comienzan esos empujes que pueden extenderse incluso hasta abril.
O sea, cuando las condiciones mejoren, en cualquier momento puede llegar otro.
“El cambio de estación que se da en latitudes medias y altas nos llega a afectar, por lo que comienzan a entrar los empujes fríos”, explicó.
En el Caribe y la zona norte fue donde llovió más. Además, hubo fuertes vientos, con ráfagas máximas entre 40 y 75 kilómetros por hora en las partes bajas del Valle Central y el Pacífico norte, pero las más fuertes se dieron en el norte de Guanacaste, en sitios como La Cruz y las cordilleras, donde anduvieron entre los 90 y 99 kilómetros por hora.
“Todavía este jueves se va a mantener su influencia; sin embargo, tiende a ir disminuyendo. Para este fin de semana no tendríamos influencia del empuje frío, por lo que se van a reducir las fuertes ráfagas de viento y se espera una disminución de las precipitaciones en la zona norte y el Caribe.
“Retornaremos a un patrón normal de vientos, febrero suele estar con vientos moderados, se espera una disminución de lluvias en el Caribe y la zona norte, las temperaturas serán más cálidas”, explicó Morera.
Con cuidado
La Policía de Tránsito le pide a los ciclistas y motociclistas extremar las medidas de seguridad porque los vientos podrían provocar que fácilmente se vuelquen.
“Son los usuarios que más corren peligro con estos vientos, deben tener una atención especial. Si exceden los límites de velocidad, en conjunto con los vientos, crean un riesgo alto de tener un accidente de tránsito.
“Depende de la posición en la que esté pegando el viento, podría sacar de la carretera o mandarlo hacia al centro y tener un incidente grave”, comentó el oficial de Tránsito Juan Rodríguez.
Estas ráfagas han provocado caídas de árboles, lo que incluso cobró la vida de una holandesa en Puerto Viejo de Limón.