A balazos fue como un desalmado acabó con la vida de una niñera e hirió al pequeñito de tan solo tres años que ella estaba cuidando. Afortunadamente el chiquito logró sobrevivir a la lluvia de balas.
De acuerdo con el informe de la Fuerza Pública, la mujer y el menor de edad fueron atacados cuando regresaban de una fiesta en la que estuvieron disfrutando la tarde de este domingo.
Los hechos ocurrieron a eso de las 7:40 de la noche en el centro de la comunidad de Estrada, en Matina de Limón.
El OIJ identificó a la niñera como Noemy Lorena Rivera Rivera, de 44 años. Preliminarmente la Fuerza Pública había informado que la mujer estaba embarazada pero esta versión fue descartada por la Policía Judicial.
Walter Espinoza, director del OIJ, explicó que el ataque fue cometido por un sujeto encapuchado que, en apariencia, estaba esperando a la mujer entre unos bananales que están cerca de la casa.
“Un sujeto sale de la maleza donde estaba escondido y dispara contra ella, alcanza a herirla en al menos diez ocasiones entre el pecho, el estómago y las piernas. Además resulta herido el menor, quien recibió un impacto de bala en el antebrazo derecho”, detalló Espinoza.
Tanto Rivera como el chiquito fueron llevados de emergencia a la clínica de Batán, sin embargo, la mujer falleció pocos minutos después. Aunque la vida del chiquito no estaba en riesgo fue llevado al hospital de Limón, donde lo internaron.
Según dijo Espinoza, Noemy tenía apenas ocho días de haber empezado a cuidar al chiquito, que es hijo de una mujer dueña de un negocio del centro de Matina.
El jefe judicial además dijo que de momento no tienen mayores pistas sobre el gatillero. En la escena del ataque los agentes recogieron varios casquillos de una pistola calibre 9 milímetros.
Testigo en juicio
El OIJ todavía no ha establecido un motivo para este ataque, pero descarta la versión de que se haya dado debido a que Rivera iba a participar como testigo en un juicio por un caso de homicidio.
“Ella era testigo de un homicidio ocurrido el año pasado que corresponde al fallecimiento de un sujeto de apellido Foster; sin embargo, en este momento no hay vínculos entre esa condición de testigo y el homicidio”, añadió Espinoza.
Este hecho al que hizo referencia Espinoza ocurrió específicamente el miércoles 18 de abril del año pasado en Estrada de Matina, cuando Wilberth Foster Lindo, de 46 años, fue asesinado por unos aparentes vendedores de droga a los que les debía ¢1000.
Por este caso en diciembre del año pasado las autoridades judiciales detuvieron como sospechosos a tres hombres –de apellidos Hernández, Martínez y Mora– y a una mujer apellidada Torres. Trascendió que el juicio iba a iniciar en los próximos días.