Sucesos

Cólera dominó a sospechoso de matar al papá y al sobrino

Asesinan en Coronado a señor de 67 años y a chiquito de 7

EscucharEscuchar

A un hombre de 20 años se le metió el demonio porque llegó a la casa a las 3 de la madrugada y la familia no lo dejó entrar.

La cólera fue tanta que el sospechoso, de apellido Carvajal, atisbó hasta ver a qué hora abrían la puerta de la casa para meterse. El episodio acabó con el asesinato a machetazos de Juan Vicente Carvajal Ávila, de 67 años, y un niño de solo 7 añitos (papá y sobrino del sospechoso).

El crimen ocurrió ayer en la urbanización La Calabria, en San Francisco de Coronado.

A eso de las 5:30 a. m. Gabriel, hermano del furioso hombre, salió de la casa para ir a trabajar y ahí empezó el infierno.

Lea: Un hombre mató al papá y después asesinó al sobrino de 7 años. 

“Gabriel siempre me acompaña en la microbús a recoger chiquitos para llevarlos a la escuela. Yo vivo a dos casas y cuando me acerqué a la casa de Gabriel me dijo: ‘están matando a mi papa'", contó Edwin Padilla López.

“Yo me acerqué a ver qué pasaba y vi a un hermano de él todo lleno de sangre y con un machete en la mano, se me quedó viendo y yo mejor retrocedí porque se veía muy agresivo”, agregó.

Edwin dijo que el sospechoso después se puso a pegarle machetazos al carro del papá y luego cerró el portón.

“Yo le dije a mi papá que no se acercara. Lo que hicimos fue llamar a la Policía y después me fui a trabajar porque no podía dejar botados los chiquitos que llevo a la escuela. Jamás imaginé que la situación fuera tan seria, nunca pensé que dentro de la casa hubiera dos muertos”, aseguró Edwin.

La discusión dentro de la casa de los Carvajal se puso peor y, según contaron varios vecinos, desde lejos se oían gritos y bulla. En ese momento más gente empezó a acercarse.

Carvajal salió después de la casa, se subió al carro que el papá tenía en la cochera y, aún con las manos y la ropa llenas de sangre, huyó a toda velocidad.

Ni se detuvo para abrir el portón de la casa, lo  arrancó cuando salió como alma que llevaba el diablo.

Ya para ese momento la Policía iba en camino y lo detuvo en menos de tres minutos.

“Había oficiales de la Fuerza Pública cerca y lograron detener al sospechoso muy rápido. Él no estaba violento, pero sí como desubicado. Estaba lleno de sangre y dentro del carro encontramos dos armas punzocortantes”, explicó Erick Calderón, director de la Policía de San José.

Según dijeron unas familiares de las víctimas, quienes prefirieron no decir el nombre, dentro de la casa quedaron los dos cuerpos. Pero en la vivienda estaban también Gabriel y Marta Carvajal Solís, otra hermana del presunto asesino. Ellos dos resultaron ilesos.

“El muchacho que cometió los crímenes entró al Psiquiátrico hace unos cuatro meses  y salió hace como dos (meses). Se suponía que ya estaba mejor, no sabemos por qué hizo esto”, dijo entre lágrimas una allegada.

Se supo que don Juan Manuel era pensionado y le faltaba una pierna, lo que probablemente le impidió defenderse. Por su parte el angelito que también murió estaba en segundo grado en la escuela de San Francisco de Coronado y siempre andaba para arriba y para abajo con el abuelito.

El niño era hijo de una mujer que, según se supo, no era pariente de la familia. Al parece había dejado al chiquito de bebé en la casa y nunca más se ocupó de él.

Recuadro: Wálter Espinoza, director del OIJ, dijo que el sospechoso del doble crimen tenía antecedentes por resistencia a la autoridad y estuvo varias veces en centros de restauración por problemas de drogas. Además la Fuerza Pública informó que anteriormente había atendidos casos de violencia doméstica por parte de Carvajal, pero nunca nadie puso la denuncia. El supuesto asesino vivía por tiempos en la casa y en otros era indigente.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.