Sucesos

Autoridades habrían revelado secretos sobre caso de familia desaparecida

La Sección Anticorrupción del OIJ abrió investigación por este hecho desde el 2019

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Los agentes del OIJ y fiscales que se encargaron de investigar la desaparición de una familia de Matina, en Limón, habrían divulgado hechos importantes sobre este caso.

La Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (FAPTA) indicó que cuentan con un expediente por el presunto delito de divulgación de secretos, en relación con la desaparición que ocurrió el 1 de setiembre del 2014 y la cual hasta la fecha es un misterio que las autoridades costarricenses no han podido resolver.

Los desaparecidos son la oficial de la Policía Turística de la Fuerza Pública, Shirley Andrea Angulo Fernández; su esposo, el expolicía Víctor Julio Blanco Vega y las dos hijas de la pareja, quienes para ese entonces una tenía un año y siete meses y la otra tres meses.

La investigación está a cargo de la Sección Anticorrupción del Organismo de Investigación Judicial, de momento es contra ignorado, lo que quiere decir que todavía no tienen ninguna persona señalada como imputada, por lo que todos están siendo investigados.

“Esta sección debe remitir un informe a la FAPTA una vez que finalice dicho trámite”, indicó el Ministerio Público mediante un correo.

Los responsables de la desaparición de este familia no fueron encontrados, por lo que este caso fue enviado a Archivo Fiscal.

“Sobre el caso no es posible ampliar, pues la resolución de Archivo Fiscal otorga la posibilidad de que el expediente pueda reactivarse si existieran nuevas pruebas que ameriten una ampliación de la investigación”, señaló la fiscalía.

¿Cuerpos los tiraron al mar?

Los agentes del OIJ le dijeron a la familia de Shirley Angulo que los cuerpos los habrían tirado al mar; sin embargo, nunca lo pudieron comprobar, así lo recordó doña Ana Victoria Fernández, mamá de la policía.

“Ellos (los investigadores) llegaron a la casa y dijeron que los cuerpos los tiraron al mar, que les habían amarrado una batería y les echaron un ácido, luego no se volvieron acercar, pero eso no es resolver la desaparición”, dijo doña Ana.

En setiembre próximo se cumplirán seis años y esta mamá asegura que ha vivido un calvario.

“Yo siento mucho dolor en mi alma, no sé que pensar, si están vivos y no los encuentro, si están muertos y tampoco sabemos el paradero de sus cuerpos. Solo le pido a Dios y a cualquier persona que sepa qué pasó con mi hija y las dos niñas que nos digan el por qué pasaron las cosas y dónde están”, expresó está mamá y abuela de las víctimas.

Doña Ana recibe terapia con una sicóloga, una siquiatra.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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