Por medio de un operativo dirigido a combatir la minería ilegal en Crucitas de Cutris, en San Carlos, las autoridades policiales sorprendieron a 32 nicaragüenses en estado migratorio ilegal que se “hospedaban” en dos cuarterías.

Además de detener a los extranjeros, quienes fueron entregados a la Policía Profesional de Migración para ser devueltos a su país, también se realizó el decomiso de 17 gallos de pelea, distintas dosis de drogas y un frasco con mercurio, que es una sustancia muy peligrosa por ser tóxica.

El Ministerio de Seguridad Pública informó que el operativo tardó dos días y que en este participaron la Fuerza Pública, la Policía de Fronteras y la Policía Profesional de Migración. Las acciones se realizaron durante el jueves y viernes de la semana pasada, pero los resultados fueron dados a conocer hasta este lunes.

Cuarterías Toñito y La Casona

Uno de los puntos intervenidos por los policías el pasado jueves fue la llamada cuartería Toñito, donde encontraron a un primer grupo de nicaragüenses en condición migratoria irregular, quienes se alojaban en habitaciones sumamente insalubres.

“En el sitio fue encontrado un frasco con 23.1 gramos de mercurio, por lo que funcionarios del Ministerio de Salud se hicieron cargo de este peligroso producto tóxico. Algunas de estas personas tenían en su poder gran cantidad de herramientas para la práctica de la minería ilegal”, informó Seguridad Pública.

La otra cuartería ilegal en la que cayeron los oficiales fue “La Casona”, donde, además, de encontrar a más extranjeros en condición ilegal hallaron un criadero de gallos de pelea, donde había 17 animales con diversos daños físicos, como cortes en sus crestas.

Los emplumados fueron entregados a funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) destacados en Santa Rosa de Pocosol.

Cuarto para drogarse

Según las autoridades, los encargados de la Casona se negaron a que los oficiales continuarán revisando las “habitaciones”, motivo por el cual los uniformados tuvieron que custodiar el lugar por 24 horas hasta que consiguieron una orden de allanamiento.

“En lo que al parecer era un cuarto para el consumo de drogas, los oficiales efectuaron el hallazgo de varias dosis de marihuana y algunos residuos de lo que aparentaba ser crack y cocaína”.

Al final las habitaciones de la parte usada como cuartería fueron clausuradas por el Ministerio de Salud, solo quedó habilitada la parte donde residen los dueños o encargados de la llamada Casona.