Luis Guillemo Pacheco López cumple tres meses de fallecido este 7 de mayo del 2020, pero su muerte es un doloroso misterio para la familia.

El muchacho, de 22 años, perdió la vida la tarde del viernes 7 de febrero, después de tocar un bus de la Fuerza Pública en la playa de Puerto Viejo, en Limón.

La familia de Pacheco cree que él murió electrocutado, ya que dicen que el bus, que tenía rato de estar parqueado en ese lugar, era usado como una base policial improvisada.

Aparentemente los policías conectaban el bus a un medidor para tener luz, pero la familia de la víctima alega que la instalación eléctrica no estaba bien hecha y además estaba al alcance de cualquier persona.

La Teja le consultó al Organismo de Investigación Judicial por el resultado de la autopsia, sin embargo, respondió que todavía no podía confirmar que el muchacho murió electrocutado.

“Nos indica el jefe de la oficina regional de Bribrí que la autopsia aún no ha sido emitida y el autobús ya fue retirado de la zona por parte del Ministerio de Seguridad Pública”, respondió la oficina de prensa del OIJ.

Bus guardado

El Ministerio de Seguridad Pública confirmó que retiraron el autobús de la zona, pocos días después del suceso.

“El OIJ y la Fiscalía realizaron los peritajes del caso, ellos autorizaron al Ministerio de Seguridad Pública retirar el bus del lugar, el cual está guardado en transportes para valorar el riesgo", informó la oficina de prensa del Ministerio de Seguridad.

Seguridad añadió que en lugar donde estaba el bus van a colocar contenedores, que funcionen como una delegación.

En cuanto a la muerte del muchacho, Seguridad lo único que dijo fue: “al parecer, el OIJ reveló que la muerte del joven no se dio por electrocución”.

Sin respuestas

Una de las personas que más sufre por la extraña muerte de Luis es doña Margarita Mena, la madrina del muchacho.

“Cuando me enteré de que había sido Luisito, a mí se me vino el mundo abajo, porque él fue un segundo hijo para mí, desde entonces ha sido muy duro”, dijo la señora.

Mena dijo que ella y la mamá del muchacho, Mariana López, no han tenido paz desde ese trágico día, sobre todo por la falta de respuestas por parte de las autoridades.

“Uno lo que siente es impotencia, porque uno lo que quisiera es que las cosas se aclararan pronto, porque la mamá de él se lo merece.

“Luisito era el único hijo varón de ella, tiene dos hijas más, pero viven en Cartago, ahorita está solita en Cahuita, porque él era quien la acompañaba”, contó Mena.

Ausencia que duele

Doña Margarita contó que no veía muy seguido a su ahijado, pero aun así tenían una relación muy estrecha, ella lo veía como su propio hijo.

“La última vez que lo vi fue hace como un año, vino a visitarme y lo hice esperarse para que cenara conmigo y nunca se me va a olvidar que me dijo, ‘madrina, ¡qué rico que cocina!, me dan ganas de venir a vivir con usted’. Yo le dije que esta siempre iba a ser su casa, se echó una sonrisa y me dijo que iba a venir más seguido”, recordó la señora.

La última vez que conversaron fue en agosto del año pasado, cuando Luisito cumplió 22 años y Mena le escribió por WhatsApp.

“Me contó que estaba trabajando y que el sueño de él era ser policía y como yo tengo una hija que es policía, él me decía que quería ser como ella, le dije que se esforzara porque todo sacrificio tiene su recompensa”, mencionó.

La señora recordó a Luis como un muchacho muy humilde y callado, al que había que sacarle las palabras y que amaba por sobre todas las cosas a su mamita y a sus dos hermanas.

Últimos recuerdos

Mena guarda muchos recuerdos de su amado Luisito, sin embargo, el dolor que siente le impide disfrutar de esos bonitos momentos que vivieron juntos.

“De hecho, a mí me quedó el número de él y las conversaciones de WhatsApp donde sale la foto de él, pero la verdad es que mejor no la veo porque es bastante duro saber que ya no está, que ya no puede contestarme más”, dijo.

Doña Margarita tiene muy claro que nada ni nadie les devolverá a Luis, pero busca consuelo en que las autoridades les den una respuesta sobre lo que le ocurrió, para así tratar de cerrar este triste capítulo.