Balón une a policías y niños de comunidades rudas

Los oficiales de los programas preventivos del Ministerio de Seguridad tuvieron una gran idea, acercarse por medio de un balón a los niños de comunidades donde la seguridad es cosa ruda.

Es así cómo desde este año, un grupo de oficiales se sube en una micro todos los lunes, miércoles y viernes para caer en Bribri en Pavas o la Ciudadela 25 de Julio en Hatillo.

En La Teja los acompañamos al citado barrio en Hatillo donde el mayor problema es las ventas de droga.

Los oficiales ponen una patrulla para cerrar el paso en media calle, del otro lado la micro y colocan conos para armar una mejenga de fútbol calle, también se les sale el niño que llevan por dentro.

Apenas los chiquitos los ven empiezan a correr tras la bola y poco a poco los menores se van apuntando al partido.

Los policías arman los equipo, camisetas anaranjadas contra verdes. Dos oficiales se ponen de porteros, otro hace árbitro y todos tocan la pecosa, como grandes amigos.

En esta mejenga entre más pequeños se apunten mejor y no importa la edad, aunque los policías les preguntan los nombres a los jugadores, todos quieren llamarse, Messi, Cristiano, Neymar y hasta Keylor Navas.

En estos partidos no importa cuánto quede el marcador todo es darle un rato de esparcimiento a los niños y que ven a los oficiales como amigos.

El oficial Manfred Calderón, quien es parte del los programas preventivos, nos contó que en un tiempito esperan ir a Tirrases de Curridabat y a la Carpio.

"Lo que buscamos es acercarnos a los niños de estas comunidades que son zonas vulnerables, sobre todo por venta de droga. Venimos, jugamos con ellos, les hemos dado útiles para que no abandonen las clases, traemos pintacaritas, globos y palomitas, pasamos con ellos un rato muy bonito", dijo el oficial.

Incluso algunas personalidades como la Miss Costa Rica, Elena Correa, han participado en las mejengas y en algún momento esperan poder llevar a los jugadores de la Sele.

Hasta la fecha los oficiales no han recibido ninguna queja grave de los niños sobre situaciones que se dan en sus casas o en sus comunidades.

"Ellos vienen a disfrutar y es muy bonito porque, por ejemplo, en el caso de Bribri en Pavas, apenas ven la micro ya ellos saben para qué, y pegan carrera detrás de la buseta", dijo Calderón.

Los oficiales comentaron que a algunos de los niños de esos barrios sus padres ni los dejen salir.

Patricia Martínez, vecina de la Ciudadela 25 de Julio, asegura que para ella es bonito ver como los chiquitos juegan con los oficiales.

"Aquí ha sido difícil porque como en muchos otros lugares se mueve droga, hay asaltos y balaceras, muchas mamás llevan a sus hijos a la escuela con temor y creo que ese miedo uno se lo trasmite a ellos, es algo muy positivo estos partidos, la verdad los chiquitos pasan un rato bonito y ven a los policías como amigos y con respeto", dijo Martínez.