Cansados de que los delincuentes y los drogadictos hicieran daños en su barrio, vecinos del residencial Vásquez de Coronado, en Cartago, se pusieron "manos a la huerta" para ver si lograban frenar los problemas que los afectaban y espantar a los mañosos.
Muchos podrían haber pensado que una huerta jamás iba a espantar a los delincuentes, pero la gente de este lugar puede decir lo contrario.
Gracias a una capacitación de seguridad comunitaria que recibieron algunas personas de parte de la Fuerza Pública en el 2011, este grupo decidió hacer un plan para recuperar espacios y fue así como a final del año pasado encontraron un lote que estaba tomado por delincuentes y adictos. Después de chinearlo y trabajarlo lo transformaron en un lugar de cultivo.
Luego de limpiar bien el terreno, en setiembre del 2017 los vecinos se dieron a la tarea de sembrar hortalizas y además se organizaron para hacer ventas y otras actividades recreativas durante los fines de semana.
Ojos en las alturas
Gracias a estas actividades lograron recoger suficiente plata para comprar varias cámaras que colocaron en los alrededores del lote hecho huerta y en las principales entradas del barrio.
“Nosotros no nos atenemos a la Policía, es importante entender que no sólo la Policía tiene la obligación, por eso pusimos manos a la obra“, comentó Paula Alvarado, una de las líderes del proyecto
Al igual que la huerta las cámaras de seguridad ya le dieron frutos a esta comunidad. Esos ojos electrónicos grabaron el asalto a un vendedor de lotería y además de informar a la Fuerza Pública de este hecho, el grupo le entregó el video para tratar de identificar al asaltante.
Los vecinos no se defienden de la delincuencia solo con la huerta y con las cámaras, también crearon un grupo de Whatsapp para informar sobre cualquier bicho o carro sospechosos que vea rondando el barrio.