Cientos de clientes del Banco de Costa Rica (BCR) amanecieron este viernes con la peluca parada ante la noticia que circuló, especialmente en medios gringos, de que un grupo de piratas informáticos había robado 11 millones de datos de tarjetas de crédito e información bancaria de sus bases de datos.
Afortunadamente todo terminó en un susto, pues el banco salió al paso para desmentir este hecho y asegurar que toda esa información está bien custodiada.
“A raíz de publicaciones extraoficiales e informales que han circulado en redes sociales se realizó una exhaustiva verificación de la plataforma tecnológica y rotundamente confirmamos que los sistemas de la institución no han sido vulnerados”, indicó la institución en un comunicado.
El BCR detalló que como parte sus protocolos se pusieron en contacto con entidades especializadas nacionales e internacionales, y gracias a esto determinaron que todo se trataba de un intento de extorsión.
“Podemos garantizar a los clientes que el BCR cuenta con infraestructura de seguridad sólida y garantizada, la cual ha sido puesta a prueba y reforzada en reiteradas ocasiones.
“Las autoridades del Banco hacen un llamado al país en general para extremar medidas y sobre todo para que eviten responder a este tipo de mensajes o llamadas extorsivas, pues en tiempos de crisis, como los que estamos enfrentado, es frecuente este tipo de situaciones”, informó la oficina de prensa del BCR.
Supuesto ataque
Esta respuesta del BCR se dio luego de que el sitio web Bleeping Computer publicó que el grupo de hackers Maze Ransomware, supuestamente, tuvo acceso a las bases de datos del banco y a la información de sus clientes.
En la publicación de ese medio se detalla que, en apariencia, los bichos ya habían ingresado a las bases del BCR en agosto del año pasado, pero en ese momento no usaron la información pues era peligroso que los datos se dañaran.
Además señala que, supuestamente, en febrero de este año ingresaron de nuevo a las bases de datos y que intentaron contactar al banco para obtener una recompensa a cambio de no vender la información en el mercado negro de Internet.