El OIJ logró desarticular una banda dedicada a la venta de drogas en Aserrí, gracias a que los vecinos alertaron que algo extraño pasaba en una vivienda donde los inquilinos apenas tenían un mes.
Ernesto Durán, jefe de la sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios del OIJ, explicó que recibieron varias llamadas anónimas en las que les indicaban que en la casa, ubicada al costado sur del cementerio de la localidad, había movimientos extraños, que entraba y salía gente que podía estar metida en broncas de drogas.
Los agentes empezaron a hacer vigilancias, una de estas fue la noche del jueves, cuando los investigadores vieron que llegó un carro y se bajó una pareja con dos niños, de 8 y 10 años, hijos de la mujer. Según el OIJ, ellos entraron a la casa, al ratito salieron y se subieron al vehículo.
Los oficiales los interceptaron y, al revisar el vehículo, en un bolso encontraron 2.525 piedras de crack (valoradas en ¢2,5 millones), por lo que de inmediato fueron detenidos. Se trata de una mujer de apellidos Sáenz White, de 31 años, y Rojas Rueda, de 23.
Los niños, según el OIJ, fueron entregados a una familiar de su madre que se hizo cargo ante el PANI.
Droga en caja fuerte
Los agentes pidieron de inmediato la orden para allanar la vivienda donde supuestamente compraron las drogas, esto se dio este viernes a las 9:30 de la mañana.
Durán comentó que detuvieron a tres sospechosos más, una mujer de apellidos Chinchilla Carrión, de 37 años, y dos hombres apellidados Morales Vargas y Palma Corado, de 29 y 19 años respectivamente.
Los investigadores encontraron en la casa ¢1 millón en efectivo, además dos kilos de cocaína y en una caja fuerte encontraron cocaína y crack.