El humorista Carlos Ramos, más conocido como el Porcionzón, está que “brinca en una pata” porque ya salió del hospital y está de vuelta en su casa, en Paso Ancho.

El menecazo le contó a La Teja que los médicos le dieron de alta el jueves 11 de junio en la tarde y que dormir en su cama fue muy reconfortante.

“Ya por fin estoy en mi casa, me están chineando un montón, estar aquí es otra cosa completamente, el entorno familiar es fundamental, el amor hace que uno se sienta bien. Ayer (miércoles) dormí mucho mejor, en el hospital cuesta descansar porque le tienen que estar poniendo a uno medicamentos y tienen que estar revisando la herida, lo despiertan a uno para decirle que se le olvidó tomarse la pastilla para dormir”, dijo entre carcajadas.

“Un familiar vino hoy en la mañana (viernes) a inyectarme y a revisarme la herida, conforme pasan los días voy sintiendo menos dolor, por dicha; el cuerpo se va a acostumbrando a los tornillos que me pusieron en el tobillo derecho. Estoy con tratamiento para el dolor y eso hace que el malestar sea soportable”, agregó.

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El Porcio dijo que sus hijos lo están cuidando y chineando muchísimo y le hacen comida rica, algo que extrañaba mucho.

“No es que la comida del hospital fuera fea, el problema es que por mi problema de hipertensión me la daban sin nada de sal y diay, así, aunque uno coma faisán, no sabe a nada. En la casa es otra cosa, aquí me dan la comida con poca sal, pero ya sabe mucho mejor”.

Al mal tiempo buena cara

Ramos dice que pasó mucho tiempo en el hospital y en medio del dolor que sentía y la preocupación siempre trató de ponerle buena cara al asunto.

“Estuve muchos días internado (25) y en los primeros el dolor fue insoportable, yo estaba en un salón con seis camas, no siempre estuvo lleno, pero siempre tratamos de tener un ambiente bonito y ameno entre los que estábamos para que la situación no fuera tan tediosa, cuando estaba aliviado hasta me ponía a contar chistes, me cuesta estar serio”.

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Porcio dice que se quita el sombrero con la atención que le dieron los profesionales del hospital del Trauma porque dice que se nota que ahí trabajan por vocación y no solo por un salario.

“Tal vez a mí se me hizo mucho el tiempo que estuve hospitalizado, pero es que como es uno es ya un modelillo viejo ya cuesta conseguir los repuestos hasta en las chatarreras (risas). Antes de hacerme la operación tuvieron que asegurarse de que yo estuviera bien del corazón, de los riñones y de todo para no tener complicaciones, ellos no dejan nada a la suerte, Dios guarde”, contó.

El humorista dice que por el momento tiene que tener reposo total, en una semana tiene una cita en el hospital para ver cómo va la recuperación y dependiendo de cómo esté, podrían mandarle los primeros ejercicios de terapia física.

“Se que este proceso va a ser lento, pero a mí no me precisa, voy a esforzarme para hacer todo lo que me digan porque quiero quedar lo mejor posible”, aseguró.

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Protocolo de visita

El Porcio dice que ahora que está en la casa algunos familiares han ido a verlo, sin embargo, se está cuidando mucho porque sabe que el tema de la pandemia es peligroso.

“Las visitas están restringidas por lo del coronavirus. Aquí en la casa estamos aplicando las medidas de higiene recomendadas, el lavado constante de manos y todo eso. También tenemos alcohol para cuando viene alguien, estamos siendo muy cuidadosos”, dijo.

Al humorista le hicieron una cirugía el martes 9 de junio para reconstruirle el tobillo derecho, ya que sufrió serios golpes en un accidente de tránsito que sufrió el domingo 17 de mayo.

El suceso ocurrió en Atenas. El Porcionzón regresaba de visitar a un hijo cuando un carro invadió su carril y lo pegó de frente. Lamentablemente, el conductor del otro vehículo falleció.

La Teja le consultó a Ramos qué pasó con el carro en el que sufrió el accidente, pero dijo que prefiere no hablar de esos detalles.