El chofer de apellidos Mora Monge deberá sentarse en la silla caliente para enfrentar un juicio por la muerte de cuatro ciclistas que embistió cuando manejaba pasado de tragos.
La decisión fue tomada la mañana de este jueves en los Tribunales de Goicoechea, después de que el miércoles se realizara la audiencia preliminar en la que los abogados que representan a los allegados de las víctimas y la Fiscalía expusieran sus pruebas y acusaciones.
Mora trató de evitar que lo sentaran en la silla de los acusados mediante una conciliación con los familiares de la víctimas, pero algunos de ellos no quisieron ya que piden que el pague con cárcel.
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Pese al pronunciamiento del Juzgado, José Pablo Badilla, uno de los abogados del acusado, dijo que seguirán tratando de llegar a un acuerdo con las demás partes.
Ahora los funcionarios del Poder Judicial deberán señalar la fecha en la que dará el inició el debate, mientras Mora deberá seguir respetando la medida cautelar de no salir del país; presentarse a firmar periódicamente. La prohibición de manejar se la habían quitado meses atrás.
Los ciclistas fallecidos son Lenin Ortiz Quesada, Mario Enrique Retana Pérez, Pablo Enrique Alcócer Alcócer y Lucía del Carmen Mata Durán.
La tragedia ocurrió el domingo 28 de enero del 2017 a las 4:11 a. m., frente al Walmart de Curridabat. Los ciclistas iban camino al volcán Irazú cuando Mora los atropelló violentamente y se dio a la fuga.
Los tres hombres murieron en el lugar mientras que Lucía del Carmen falleció el 21 de marzo, luego de agonizar durante casi dos meses en el Hospital Calderón Guardia.
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Mucho apoyo
Los miembros de grupos de ciclismo han estado pendientes del proceso y han efectuado cabo varias actividades en honor a las víctimas.
Precisamente este jueves un pequeño grupo llegó a los Tribunales a dar apoyo a los allegados de los deportistas fallecidos.
Helen López dijo que es urgente que en el país se siente un precedente con este caso para evitar más muertes de ciclistas y que los culpables asuman sus responsabilidades.
“Es importante que la gente entienda que si alguien quiere salir y tomarse unos tragos puede hacerlo, pero entonces que no maneje, si quiere que pida un Uber, pero no que ande en la calle matando gente", dijo López.
La mujer dijo que siente un gran desprecio por el acusado: “Acaba de pasar ese hombre y siento repudio, enojo e ira de saber que él golpeó a cuatro personas y las dejó ahí abandonadas, lo peor es que camina como si no hubiera hecho nada”, agregó molesta.