Un cliente o una persona muy cercana a She Hui Zheng, de 31 años y de origen oriental, sería el responsable de haberlo asesinado de forma atroz dentro del local de máquinas tragamonedas que administraba y en el cual también vivía.
El crimen fue descubierto la tarde de este martes en el comercio, que está 25 metros al este de la esquina sureste de la plaza de las Garantías Sociales, en avenida 6, calle 7, en el pleno centro de Chepe.
Álvaro González, jefe de la sección de Homicidios del OIJ, explicó que el cuerpo de Zheng, quien vivía en Tiquicia desde el 2007, fue encontrado en el baño del local por sus familiares y polis de la Fuerza Pública, quienes decidieron entrar al negocio, ya que no se sabía nada de él desde el lunes.
Según el informe de la Policía Judicial el cuerpo del asiático estaba tirado boca arriba, amordazado y con las manos amarradas con gazas plásticas, además, tenía cinta adhesiva alrededor del cuello y en las piernas.
“Al revisar las lesiones, lo que se observa es que tiene bastantes moretones alrededor del cuerpo, pero se observan pocas heridas de algún arma punzocortante. Lo que sí vimos fue sangre y huellas de arrastre, que indican que lo llevaron desde donde están las máquinas hasta el baño”, comentó.
En cuanto a la causa de muerte, de momento el OIJ maneja la versión de que el extranjero primero fue vapuleado y finalmente fue estrangulado.
González señaló que el negocio de Zheng tenía un horario de mediodía a 8:30 p.m.; sin embargo, algunos de sus clientes se quedaban después del cierre, pues, en apariencia, se ponían a jugar póquer y a hacer apuestas.
Esta situación le hace pensar a las autoridades que uno o varios clientes del chino se abusaron de la confianza que este les daba para atacarlo y así robarle todo el efectivo que tenía para el final del día.
“Al no haber nada forzado y al estar el local debidamente cerrado, evidentemente estamos tras la pista de un cliente o de una persona conocida que manejaba a la perfección el movimiento de este ciudadano y la cantidad de dinero, eso nos deja ver que el móvil es el robo”, añadió González.
En cuanto al dinero robado, de momento el OIJ no tiene una cifra exacta, pues, aparentemente, no solo se robaron la plata que había en las máquinas tragamonedas, sino que también el dinero que se hacía por las apuestas.
Un detalle que lamentó el jefe judicial es que Zheng sí tenía varias cámara de seguridad en su local, el problema es que eran de puro adorno, pues ninguna funcionaba, por lo que de momento no tienen ningún video que ayude a la investigación.