Sucesos

Colegial ahogado será despedido con uniforme de undécimo que deseaba estrenar

El adolescente caminaba por la orilla del río Reventazón, en Tucurrique, cuando fue arrastrado por una cabeza de agua

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Dylan Rivera Leitón sobresalió desde la escuela por sus buenas notas y por ser el mejor promedio.

En el colegio mantuvo su alto nivel académico y deseaba que en este 2020, en el cual iría a undécimo, fuera igual de bueno.

El adolescente, de 17 años, estudiaba en el Liceo de Tucurrique y soñaba estrenar el uniforme: una camisa café claro y un pantalón café oscuro, distintivo del grado más alto.

Dylan ya lo tenía listo y esta semana lo llevaría a clases. Sin embargo, la vida no permitió que eso se diera, pero el joven llevará el uniforme en su funeral, este martes en Tucurrique de Jiménez, en Cartago.

El muchachito murió el domingo arrastrado por una cabeza de agua del río Reventazón en Bajo de la Joya, en Tucurrique, solo un día antes de que empezaran las lecciones.

Ese domingo le pidió permiso a la mamá para ir al río con unos amigos, él ni siquiera se metió. Caminaba por la orilla cuando vio que se acercaba una cabeza de agua, del susto se resbaló, pegó la cabeza contra una piedra y cayó al agua. Eran las 2:45 de la tarde.

El cuerpo fue encontrado el mismo día un kilómetro río abajo a las 4 de la tarde.

Al colegial lo despedirán este martes con una misa en la iglesia de Tucurrique y luego lo enterrarán en el cementerio local.

Doña María Leitón, abuelita materna de Dylan, dijo que su nieto deseaba ir al Tecnológico de Costa Rica (TEC) para estudiar una carrera relacionada con Informática.

“Era un ser extraordinario, un buen muchacho, le esperaba un gran futuro, siempre me dijo que se convertiría en un profesional, que compraría una casa y que allí íbamos a vivir su mamá, su hermanito, él y que yo viviría con ellos”, dijo la abuelita.

Para ella es inevitable no llorar al recordar cada pasión que él tenía, dijo que siempre ayudó a los demás compañeros, a quienes les explicaba temas cuando no los entendían.

“Él fue muy bondadoso y muy querido, era un muchachito educado, siempre me dijo ‘eres la tita más linda’... Ya no tengo quién me diga eso”.

“Decía que la carrera que quería cursar solo la daban en Puntarenas, pero que si no buscaría otra carrera para estudiar en San José y se iría a vivir conmigo en Desamparados”, añadió la abuela.

Una ser extraordinario

La abuelita paterna de Dylan (quien no quiso dar el nombre) también lo recordó con mucho cariño, lo describió como “un adolescente fuera de serie, obediente, aplicado y serio”.

“Él les dejó un legado a sus amigos para que este año se esfuercen y ganen sus estudios, además de ser buenos hijos. Eso se lo dijes a algunos de sus amigos que han llegado a la casa de él para que valoren esa enseñanza que dejó”, dijo la señora.

Las dos abuelitas indicaron que Dylan era muy casero, costaba que saliera.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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