Muchas piezas de cerámica que tenía listas para vender don Antonio Cordero en su negocito quedaron despedazadas por la fuerza del río Taras, en Cartago.
El local de don Antonio, Cerámicas Anthony, se ubica en La Lima desde hace 30 años y es la segunda vez que sufren de una inundación tan “brava” como la ocurrida la tarde del miércoles.
“Estábamos trabajando y había llovido bien fuerte. Me salí del local y en eso vi donde venía el agua saliéndose del puente. Solo me dio tiempo de gritar ‘¡ahí viene el río!’... En segundos, el río subió 70 centímetros”, dijo.
El afectado asegura que sus empleados bajaron las cortinas para ver si podían evitar que el agua se llevara las piezas de cerámica, pero qué va, era tal la fuerza de la naturaleza que en un momento les dijo que no se preocuparan más porque era peligroso.
Don Antonio nos contó que tuvo que gritar también a los vecinos que abrieran las puertas antes de que por el barro y la fuerza del agua no pudieran salir.
“A mi me llegó el agua a la cintura, hasta el celular se me fue... Aquí el problema fue la cantidad de agua que se vino desde arriba. Perdí mucho, no sé exactamente cuánto. Ya esta semana y la otra no voy a poder abrir, pero por dicha todos estamos vivos”, dijo el afectado.