Sucesos

¿Cómo actúan los asesinos en serie?

Homicidas siempre dejan su firma en los cuerpos o escena

EscucharEscuchar

El OIJ ha resuelto muchos casos de asesinatos en serie porque según la sicóloga forense Carmen Zeledón Grande, los sospechosos siempre dejan su firma en el cuerpo o en la escena del crimen.

Algunos casos recientes de asesinos en serie son el caso del mata indigentes y el asesino de Dota.

La experta habló sobre los asesinos en serie en el programa radial del OIJ, que usted puede escuchar en la página: http://www.poder-judicial.go.cr/oij, solo debe ingresar a comunicación y después a la pestañita programa de radio.

"Un asesino en serie es aquella persona que cometa tres o más crímenes en lapsos de tiempos diferente, si el asesino nace o se hace todavía nos seguimos preguntando lo mismo, la ciencia busca responder a esto, el asunto es que esas investigaciones no están acabadas, hay sesgo en las tomas que se analizan, entonces hay distintas hipótesis", dijo Zeledón.

La funcionaria del departamento de psiquiatría y psicología forense del departamento de Medicina Legal, asegura en base a un estudio hecho por un neurocientífico de la Universidad de California, quien tras estudiar 10 cerebros de asesinos en serie, encontró que el cerebro de estas personas funciona distinto, entre ellas la parte frontal que tiene que ver con la impulsividad, y en la amígdala que está sobre la parte de atrás del ojo que es la que maneja la ira y el enojo.

Ese estudio también explicó que además de lo biológico, lo social -ambiental tiene mucho que ver, más cuando desde pequeños estas personas están expuestas a situaciones violentas que les genera estrés, esto que hace que sus emociones cambien constantemente y se les active un gen, y provoque que la serotonina no funcione correctamente.

"Los asesinos en serie están conscientes de lo que están haciendo, no tienen un trastorno mental son personas normales", dijo la experta.

Zeledón aseguró que para los asesinos seriales matar es el objetivo para lograr lo que desean, por ejemplo, las viudas negras, mujeres que matan a sus maridos muchos veces para conseguir una herencia.

La sicóloga aseveró que hay distintas conductas en este tipo de personas, pues los sicópatas no ven a las personas como seres humanos sino como objetos, estos toman la decisión de matar y pasa.

“Hay asesinos seriales que han pensado en todo, cómo entran, cómo salen de la escena, cómo escogen la víctima, y analizan todo y hay otros que tienen trastornos mentales y no podrían enfrentar un proceso legal, son los que actúan porque una voz le dijo, porque sintió miedo, vio algo que no existía, o se imagino que su vecino va sacar un arma y le va pegar un tiro, cree que la persona de la par es un enemigo y la mata”, explicó la experta.

Pero también están los compulsivos que tienen que ver con el sadismo (buscan placer a través del sufrimiento), este tipo de asesino domina a las víctimas, tiene una necesidad de tener goce y satisfacción, a través de la fantasía proyectan una película en su cabeza de lo que van hacer hasta de la muerte.

"Con estos asesinos, que son personas que parecen totalmente normales, algunos la gente dice `que buenos que eran’, el deseo de matar siempre está, es algo que lo vienen meditando, algunos de ellos hacen intentos fallidos, tienen una energía o ansiedad interna que necesitan que salga y por eso matan", dijo la experta.

La sicóloga asegura que estos asesinos dejan el cuerpo para mostrar lo que para ellos es un logro. Toman el control de lo más importante para una persona que es su vida.

"Los crímenes se van perfeccionando como si fuera una saga, algunos son narcicistas y creen que son maravillosos y nunca serán atrapados", dijo Zeledón.

Los agentes del OIJ siempre levantan los cuerpos de los homicidios con sumo cuidado, toman fotos del cuerpo, la escena, y las evidencias, además, toman apuntes con mucha exactitud, pues a primera vista nunca se va saber si se está ante un homicida serial hasta que las evidencias en los casos empiecen a coincidir.

Zeledón explicó que todo asesino en serie tiene firma y ese es su sello personal.

"La firma representa sus fantasías internas o sus necesidades, es un significado simbólico que da los porqués de los crímenes y se debe analizar todo, si fue con las manos o qué utilizó, qué parte del cuerpo atacó, si la torturó, si fue cercano a las áreas genitales, que partes desmembró, si estaban todas las partes, y para esto se debe repetir en más de tres casos", dijo la especialista.

La firma siempre va identificar a un único asesino, si falta algo, si se llevó alguna parte del cuerpo de la víctima, si en la escena más bien dejó algo, por ejemplo un recorte de periódico o algo así.

"En la firma, a veces, también hay conductas rituales en la escena, objetos que son parte de un escenario, por eso los agentes deben tener tanto cuidado con las posiciones de los objetos en los levantamientos, una candela, un lazo, cualquier objeto puede dar una pista", comentó Zeledón.

Los asesinos en serie pueden llegar a tener cómplices, en el caso de los sicópatas es más común porque pueden enganchar a la gente, para la experta no es común que estos asesinos cuenten lo que hicieron.

Ella asegura que la prevención en los lugares donde hay mucha violencia e inseguridad podría evitar que se detonen posibles crímenes seriales.

En setiembre del 2016 Adrián Javier Arroyo Gutiérrez, de 40 años y recolector de chatarra, fue condenado a 110 años de prisión por el asesinato de seis mujeres indigentes, él es considerado un asesino en serie.

Lo bautizaron como el "mata indigentes", pues les ofrecía droga a las víctimas a cambio de sexo, y después las asfixiaba al tomarlas del cuello, la Fiscalía lo había acusado de 11 casos ,pero las pruebas solo permitieron condenarlo por seis.

Las muestras de semen recuperado en los cuerpos fue lo que lo delató. Además lel relato de una mujer a la que atacó sexualmente, pero no pudo matar.

Su firma era taparles las partes íntimas con hojas, dejaba los cuerpos sentados con las piernas encogidas.

Otro asesino en serie es Jairo Díaz Aragón, quien en nuestro país también se hacía llamar Delvis José Bonilla Sevilla, Jairo Díaz Aragón y Róger García Borge, conocido como el asesino de Dota.

Él fue sentenciado a 121 años de cárcel en febrero pasado.

Díaz asesinó en Santa María de Dota a Ramón Suárez Espinoza de 50 años; su esposa María Haydeé Miranda, de 32 años, y sus dos hijos: Abraham de 11 años y Elena María de 9 años, el 29 de marzo del 2015.

Diaz también figura como sospechoso de asesinar a su madrastra y a una nieta de esta en Chinandega, Nicaragua, pero nunca fue juzgado por estos hechos ya que logró huir hacia Costa Rica.

También se le vinculó con el homicidio de una niña de 10 años, cuyo cuerpo apareció el 16 de julio del 2011 en un cañal, en Cajón de Pérez Zeledón. La menor de edad presentaba heridas de cuchillo.

Es señalado por participar en el asesinato de un nicaragüense de nombre Edwin Cascante Navarro, de 45 años, quien perdió la vida de varios filazos dentro de un bar en Santa María de Dota en febrero del 2016.

Díaz siempre atacaba con cuchillo, además hacía cortes terribles en el cuerpo, e incluso, en el caso de la familia se estableció que como ritual bebió la sangre de la niña.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.