EscucharEl OIJ asegura que ha habido un aumento en las denuncias de violación y abuso sexual en que las víctimas fueron a un bar y se tomaron una bebida que tenía un somnífero y horas después se despertaron en la habitación de un motel o hasta en un parque.
Otra modalidad que ha ido en alza es que las contactan por redes sociales para ofrecerles un trabajito y en la cita de la entrevista el depredador sexual las ataca.
Según Freddy Chacón, jefe de la sección de Delitos Sexuales del OIJ, en lo que va del año, solo en la provincia de San José, han recibido 119 denuncias por violación, 57 de las víctimas son menores de edad; mientras que por abuso sexual 95 personas han puesto denuncias y de esas 76 son menores.
El experto destacó que en el último semestre han tenido una importante cantidad de denuncias por casos en que el delito comienza en bares o discotecas.
“En media fiesta, la víctima conoce al victimario, quien les ofrece una cerveza o un coctel, después de eso no se acuerdan de nada, lo que nos dicen cuando vienen a poner la denuncia es que se despertaron en un cuarto de motel desnudas o en un parque, y solo recuerdan hasta el momento en que estuvieron en el bar”, dijo Chacón.
Según el agente, no hay lugares específicos donde se den estos terribles delitos, pero en los últimos meses han detectados casos en que las víctimas aseguran haber estado en bares cercanos al barrio La California en San José.
“Son bares muy concurridos, que cierran muy tarde, casi siempre las víctimas son mujeres que más bien no son clientes tan frecuentes de esas zonas. La mayoría de las víctimas están entre los 18 y los 25 años. La recomendación es que no acepten invitaciones de bebidas, más si son personas extrañas, además no andar solitas en este tipo de lugares”, dijo el investigador.
También se han reportados casos en que las víctimas son de la comunidad LGBTI.
“Ofertas” de trabajo por Facebook
Los depravados también están atacando a las víctimas por medio de las redes sociales y aprovechándose de la necesidad de trabajo.
“Están ofreciendo trabajo en las redes. Los depredadores sexuales citan a las víctimas en distintos sitios y cuando llegan las violan. Son muy definidos en lo que van a hacer y cómo van a atacar, por eso la gente no puede caer. El victimario se hace pasar por el gerente de una empresa reconocida y las cita en un bar, un mall o hasta en un motel, la gente por vulnerabilidad y necesidad va y es cuando atacan. Ningún empresario va dar una cita de trabajo en un lugar que no sea su oficina”, dijo el agente.
En casa
Chacón asegura que otros casos también se dan cuando las jovencitas salen de las universidades y tienen que pasar por lugares solitarios, sobre todo en las noches.
“En lo posible lo que recomendamos es que algún familiar las salga a topar para evitar que se exponga a una situación así”, dijo el agente.
Según el OIJ, el 80 por ciento de los casos de violación ocurren dentro del hogar, los enfermazos son los padres, los tíos o hasta los abuelos.
En el caso de los menores de edad, estos son víctimas de amenazas. El agente asegura que siempre el violador o abusador dice que le hará algo malo a la persona que el menor más quiere.
“Muchas veces logramos resolver un caso porque en los centros educativos los maestros ven conductas extrañas, niños que no permiten que se les acerquen, no dejan de llorar, dicen que tienen dolor en sus partes intimas. La escuela da la alerta y se trabaja en conjunto con el Pani, muchas veces el violador le dice al niño que si habla le va hacer lo mismo al hermanito o que va matar a su mamá, en los colegios los orientadores son quienes detectan muchos posibles casos”, explicó Chacón.
El experto asegura que llevan casos de seducción por medios electrónicos, en los que los enfermazos contactan a menores de edad en las redes sociales e incluso, aunque son adultos, se hacen pasar por menores para ganarse la confianza de las víctimas, quienes terminan dándoles hasta el número de celular para contactarse por WhatsApp.
“Estos casos llegan al punto que la víctima le manda fotos, hasta desnuda, al depredador y este le dice que si no le manda más va subir las imágenes que le ha mandado a la red para que sus contactos las vean. En algunos casos la víctima y el victimario se citan y el sospechoso la viola”, dijo Chacón.
El investigador asegura que aunque para las víctimas lo que les ocurre es durísmo, es importante que presenten la denuncia.
“Por más feo que suene, siempre les pedimos que le cuenten a alguien de confianza que les de apoyo, y que no se bañen, que no laven la ropa, porque ahí podemos encontrar pruebas para dar con el violador, como semen, sangre, saliva, necesitamos que nos contacten, incluso, si la víctima logra ver al atacante podemos hasta hacer un retrato”, dijo.
En el OIJ aseguran que en la mayoría de los casos que se dan fuera del hogar, los sospechosos amenazan a las víctimas con cuchillo o pistola. Además ellos saben que los casos son muchos más pues existe una “cifra negra” que no denuncia por temor, miedo, amenazas o vergüenza.
