Un extranjero de apellido Rueda y su hijo, de 16 años, fueron detenidos en medio de un zafarrancho en el cual varios oficiales de la Fuerza Pública fueron atacados a golpes y con piedras.
La bronca se armó debido a que el menor irrespetó la restricción vehicular nocturna y su papá salió a “defenderlo” de los uniformados.
Los hechos ocurrieron la noche de este lunes en La Carpio, en La Uruca, en el punto conocido como la tercera parada.
Randall Picado, director de la Fuerza Pública de San José, explicó que el menor manejaba un carro tipo pick up y como no se detuvo los oficiales tuvieron que perseguirlo.
“En ese lugar (la tercera parada) se logró detener el carro. El conductor, quien era un menor de edad y sin licencia, se pone molesto, agresivo y en eso un grupo de personas rodearon a los policías para insultarlos e increparlos, incluso para lanzarles piedras”, contó Picado.
La situación subió de tono cuando en medio de la gente apareció Rueda, quien se puso como un miura cuando vio que los oficiales estaban tratando de detener a su hijo.
“El papá del conductor agredió a los policías, por lo que se tuvo que pedir refuerzos y al final se logró detener a las dos personas. Los sacamos rápidamente de la zona ya que nos agarraron a pedradas”, añadió el jefe policial.
Padre e hijo fueron entregados a la Fiscalía de Flagrancia, donde se les abrió una causa por el presunto delito de resistencia al arresto.
Además salieron premiados con una multa de ¢110 mil por irrespetar la restricción vehicular sanitaria y el carro y las placas fueron decomisadas por las autoridades.
En cuanto a los oficiales, Picado dijo que sufrieron golpes leves, por lo que no necesitaron atención médica.
El jefe policial además contó que esta no es la primera vez que los uniformados tienen que enfrentarse a cabezones que no quieren respetar las normas sanitarias establecidas por el Gobierno.