Detención de sospechoso devuelve la paz a familia de maestra de escuelita dominical asesinada

El sospechoso estaba escondido en calle Lajas de Desamparados, San José

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La familia de Mónica Espinoza Rodríguez, la maestra de una escuelita dominical que fue asesinada en La Aurora de Alajuelita, recobró un poco de la paz ya que el OIJ detuvo al vecino sospechoso de matarla.

Se trata de un hombre apellidado Torres Fonseca, de 41 años, quien fue capturado el viernes 14 de agosto pasado, en calle Lajas de Desamparados, San José, donde estaba escondido desde hace casi una semana. La captura fue confirmada por la Policía Judicial hasta la mañana de este martes 18 de agosto.

Las autoridades buscaban a Torres desde el sábado 8 de agosto, día en el que, aparentemente, asesinó de varios balazos a Mónica en un pleito entre vecinos. En el hecho también resultó herida de gravedad Kilsia Espinoza, de 27 años, hermana de Mónica, quien permanece internada en el hospital San Juan de Dios.

“Al parecer, por problemas personales, las víctimas estaban discutiendo con otras mujeres (hijas del detenido) y luego se dio una riña, en la que el hombre habría sacado una pistola y realizó varios disparos, impactando a ambas mujeres en al menos tres ocasiones, principalmente en el pecho y en el estómago”, informó la oficina de prensa del OIJ.

Que se haga justicia

Yanser Espinoza, hermano de Mónica, explicó que la noticia sobre la detención de Torres significó una pequeña alegría en medio del dolor que todavía siente toda su familia.

“Nada nos va a devolver a nuestra hermana, pero por lo menos tenemos un poco de paz al saber que ya fue detenido, ahora lo que esperamos es que se haga justicia y que todo el peso de la ley caiga sobre él.

“Fueron días muy duros, porque uno no sabía si iba a haber alguna represalia contra algún otro familiar, más que todo porque vivimos en el mismo barrio, uno tenía esa incertidumbre de qué podía pasar, gracias a Dios ya recobramos esa paz”, dijo.

Espinoza contó que las dos hijas de Torres también se fueron del barrio luego de lo sucedido y hasta el momento no se sabe nada sobre su paradero. Yanser dijo que ellas también deberían ser buscadas por las autoridades, pues para él son responsables de lo que le ocurrió a sus hermanas.

“De hecho ellas ahorita están escondidas. Nosotros hemos hablado con los agentes del OIJ sobre ellas, pero ahora hay que esperar a que algún fiscal determine si van a ser implicadas en el caso, aunque yo pienso que lo lógico es que sí, porque ellas fueron quienes provocaron todo y también fueron cómplices del señor”, detalló.

Recuperación

En cuanto a Kilsia, Yanser contó que todavía sigue en el hospital, pero en los últimos días ha mostrado una gran mejoría, aunque hay ciertas dudas de si las heridas que sufrió le provocarán alguna complicación a la hora de caminar.

“Ella está muy bien, de hecho hace videollamadas con nosotros y ya habla lo más bien”, añadió.

Uno de los momentos más duros para la familia fue cuando tuvieron que contarle a Kilsia lo que le había ocurrido a Mónica, pues la joven pensaba que su hermana solo había sufrido algunas heridas.

“Ella está muy consciente de todo, ya asimiló lo que le ocurrió a Mónica. Todos le habíamos pedido a Dios mucha paz para ella y así fue, recibió la noticia con dolor, pero al igual que nosotros sintió paz, porque ella sabe dónde está la hermana ahora”, contó Yanser.

La meta de Kilsia es reponerse lo antes posible para salir del hospital y reencontrarse con sus hijos, pues tiene dos niños de 8 y 6 años, y dos chiquitas de 4 y 2 años.

Día muy triste

Yanser explicó que la celebración por el Día de la Madre fue muy diferente para su familia este año, pues la alegría con la que siempre habían festejado esta fecha fue ocupada por un sentimiento de tristeza.

“La pasamos en familia, pero obviamente con un luto muy grande. Estuvimos con la hija menor de Mónica y fue muy duro para nosotros como hermanos y para toda la familia, más que todo por los recuerdos que le vienen a uno a la mente”, dijo.

Según la familia, Mónica era una de las que más disfrutaba esta fecha, pues le encantaba compartir con sus seres queridos y con sus tres hijos: un joven de 22 años, una muchacha de 15 y su bebita de tan solo 3 años.

“Duele mucho porque ya teníamos varias cosas planeadas, como una cena o que mis hermanas se reunieran para comer juntas, nos cuesta creer que ella ya no va a estar aquí con nosotros”, añadió.

No quiere volver

A la espera de que Kilsia sea dada de alta del hospital, su familia se está organizando para recolectar toda la platita que puedan, pues desean alquilarle una casita en la que pueda recuperarse en paz.

“Andamos buscando una casa para alquilársela, para que se vaya a vivir con los hijos, porque ella no quiere volver al lugar donde fue atacada y donde su hermana perdió la vida”, dijo Yanser.

Además de la casita, la familia está pidiendo ayuda para la muchacha, pues ella y su pareja están pasando por un momento económico muy difícil, y no desean que sus hijos pasen necesidades.

“El papá de los chiquitos ahorita está sin trabajo por esto de la pandemia, entonces necesitan todo tipo de ayuda, especialmente pañales, leche, toallitas y toda esa clase de cosas que necesitan unos bebés tan pequeños. También necesitan comida para todos ellos”, comentó.