Los oficiales de la Fuerza Pública de Cartago tuvieron que ponerse las pilas para detener a dos maleantes que agarraron a balazos a varios de sus compañeros.
Los hechos ocurrieron este sábado a eso de las 8:30 de la noche en la comunidad de Cipreses de Oreamuno, en donde un grupo de uniformados del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) realizaba el cuarto Megaoperativo del año.
Los detenidos fueron identificados por las autoridades con los apellidos Fallas y Rivera, alias “Heidy”.
De acuerdo con el informe policial, todo ocurrió cuando los uniformados llegaron a revisar a unos sujetos, entre los que se encontraba un conocido vendedor de drogas. En ese momento los oficiales fueron atacados por varias personas con piedras y otros objetos. La situación se puso tan tensa que Rivera y Fallas empezaron a repartir balazos.
En medio de los plomazos y de las pedradas, uno de los oficiales, de apellido Soto, resultó herido en su frente, por lo que tuvo que ser llevado al hospital de Cartago para que le controlaran el sangrado y le dieran unas puntadas.
“Uno de ellos (Soto) recibe lo que parece ser la esquirla de un disparo y al trasladarlo al hospital en rayos X aparecen residuos de plomo. Él está estable, ya que la herida fue superficial”, dijo Erick Calderón, director de la Fuerza Pública de Cartago.
Además de Soto, una oficial de apellido Martínez y otro compañero suyo apellidado Navarro también resultaron heridos. Ambos presentaban golpes leves. Los plomazos alcanzaron a dañar una de las patrullas.
Bien pegados
Rivera y Fallas se dieron a la fuga en un carro azul, por lo que los oficiales de inmediato les montaron la persecución. Con ayuda de otras patrullas finalmente lograron detener a los maleantes a unos dos kilómetros de donde ocurrieron los hechos.
“Gracias a los cierres y seguimientos que da la Fuerza Pública se logra detener un vehículo Mitsubishi, en él viajaba el principal sospechoso de disparar contra los policías y dentro del vehículo se ubican cinco armas de fuego”, dijo Calderón.
En la captura los oficiales decomisaron cuatro pistolas, un revólver, una romana, una posible pasta de crack como para preparar 200 dosis y un bolso con dinero.