Sucesos

Dolor le ha impedido a don Jenaro ver la bici de su hija que falleció atropellada en Curridabat

Lo que quedó de la bicicleta de Lucía está envuelto en una sábana dentro de la casa de sus papás

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Pese a que de cierta manera se trata de uno de los últimos recuerdos que le dejó su hija, don Jenaro Mata aún no ha podido ver lo que quedó de la bicicleta de Lucía, porque el dolor que siente se lo impide.

Don Jenaro, de 82 años, es el papá de Lucía Mata, una de los cuatro ciclistas que murieron luego de que un conductor, en apariencia borracho, los atropelló el 29 de enero de 2017 en Curridabat. Mata no falleció de forma instantánea como sus amigos, sino que luchó por su vida por un mes y tres semanas.

Desde este lunes La Teja se ha dedicado a contar lo que cada una de las familias de los ciclistas ha decidido hacer con los restos de las bicis, pero el caso de don Jenaro es muy diferente, pues es el único que no ha querido ver lo que quedó de la bicicleta.

“La (bici) de Lucia la devolvieron (el OIJ) pero hecha pedazos, la vinieron a dejar, porque ya no la ocupan, nada más eso nos devolvieron, un bolsillo y otras cosas no las han devuelto. Los pedazos venían hechos un montoncito, adentro de una sabanita arrollada. Eso es lo único que quedó de una bici que costaba como un millón de colones”, contó.

Pese a que aún no ha logrado reunir las fuerzas para abrir la sábana en la que viene lo que quedó de la cleta, don Jenaro la mantiene muy cerca suyo, en la sala de su casa, pues dice que ahí no le estorba a él ni a su esposa doña Clara.

“No la hemos visto todavía, ahí sigue envuelta, hecha un montoncito en la sala de la casa. ¡Qué va! muy feo destaparla, se le vienen muchos recuerdos a uno, ahí no estorba, algún día la echamos a un hueco o en algún lado”, dijo.

De momento don Jenaro no tiene ninguna prisa por decidir qué harán con lo que quedó de la bicicleta de su amada hija, ya que al igual que a las demás familias le es muy difícil desprenderse de ella, ya que es uno de los recuerdos que tiene de Lucía.

“¡Quién sabe qué la iremos a hacer!, no sé si guardarla y botarla cuando pasen unos años o regalarla a alguien para que le saque repuestos, alguno debe estar bueno”, dijo.

“Incluso una de las viudas me llamó y me dijo que la pusiéramos (la bici) donde sucedió el accidente, pero yo no sé, ahí seguro se la roban, entonces mejor dárselas a un amigo o a alguien para que le saque las piezas”, continuó.

Dentro de la casita de don Jenaro, en San Jerónimo de Moravia, hay varios objetos que lo hacen recordar a diario a Lucía, pero él contó que entre todos está su tesoro, el que guarda con más cariño y que piensa llevarse a la tumba cuando haya cumplido su tiempo en este mundo.

“Yo tengo el pelito de ella bien guardadito, para que cuando me muera me entierren con él”, contó.

Don Jenaro contó que cuando Lucía estuvo internada en el hospital a él le preguntaron si le podían cortar el pelo a ella, porque ya lo tenía muy largo y las enfermeras no podían peinárselo bien.

“Yo les dije que sí y firme los papeles, pero les dije que por favor me guardaran el pelito. Yo le dije a mi señora que si yo me moría primero que me enterraran con el pelito de Lucía, pero si ella era la que se moría primero yo me encargaba de que la enterraran con el cabello de ella”, explicó.

Mata dijo que no hay día en el que no piense en su hija, lo mismo le pasa a su esposa, quien aún llora cada vez que recuerda cómo le arrebataron a su amada Lucía.

“Por ratos la oigo llorando (a la esposa) donde Lucía había sembrado un arbolito, donde se acuerda ella se pone así. Usted sabe que para eso no hay medicina, eso es eterno hasta la muerte”, dijo.

Anteriormente, don Jenaro contó que cada ocho o diez días visita la tumba de su hija en el cementerio de La Trinidad de Moravia; sin embargo, esas visitas se han visto interrumpidas, debido a recientes problemas de salud.

La familia de don Jenaro le confirmó a La Teja que el señor ha estado muy malito desde la semana pasada, debido a un fuerte dolor abdominal, por eso es que han tenido que llevarlo en varias ocasiones al hospital Calderón Guardia para que sea atendido.

Asegura que ya no hay nada que lo alegre o ilusine, don Jenaro sí contó que desea que se haga justicia para su hija, pues es lo mínimo que ella y sus tres amigos se merecen.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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