Sucesos

Dolor por asesinato de hijo golpea a papá desde el 2016

Señor asegura que celular por el cual lo mataron solo servía para jugar

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Quienes conocen a don Alexánder Rodríguez aseguran que desde el 12 de noviembre del 2016 su vida se apagó y se llenó de tristeza.

Aquel día mataron a su hijo de 17 años con la única intención de robarle un celular que solo servía para jugar.

Su hijo se llamaba también Alexánder y dos puñaladas en el pecho le quitaron la vida cuando iba a comprarse una pieza de pollo con su hermano Juan quien apenas es un año mayor.

Esto ocurrió un sábado a las 10:20 de la noche en Santiago del Monte, en San Diego de La Unión, en Cartago.

"Don Alexánder cambió mucho después del asesinato de su hijo. Se le ve la tristeza, bajó de peso, incluso a veces se desmaya y los médicos le han dicho que todo eso es por el estrés que vive a raíz de lo que pasó. Con la muerte de su hijo le arrancaron un pedazo del corazón, es dificil ver a un amigo así", dijo Patricia Badilla, una amiga de la familia.

Don Alexánder, quien tiene una pequeña tienda de ropa llamada Sebastián, nos contó que para él ha sido un proceso muy largo y que espera que la justicia llegue por la muerte de su Alex. Los jueces fijaron el inicio del juicio para el 17 y 18 de abril de este año.

"Si le digo que desde el día que mataron a mi hijo hay un día en el que no he llorado pensando en él, le mentiría, le he pedido a Dios que me guíe y me ayude", dice el señor.

Aquel 12 de noviembre sus hijos regresaban a casa. Estaban a menos de 150 metros de llegar cuando Alexánder y su hermano se toparon con siete jóvenes.

"Eran tres mujeres y cuatro hombres. Aléxander conocía a uno de ellos que lo llamó con el cuento de pedirle el número de una muchacha, mi otro hijo avanzó un poquito más, en eso uno de los muchachos lo agarró (a Alexánder) del cuello y le quitó el celular, mi hijo no puso ninguna resistencia y aún así lo apuñalaron y se fueron corriendo", detalla el señor.

Juan cargó a su hermano herido y lo llevó hasta la acera de la tienda de su papá.

"Mi hijo entró a la casa y me dijo que su hermano estaba herido, llamamos la ambulancia pero al final tuvimos que llevarlo al hospital y en la madrugada falleció. Le dio un paro, una de las heridas le tocó una artería", dijo don Alexánder.

Este papá asegura que lo que más le duele es que su hijo era un muchacho bueno que no andaba en malos pasos y disfrutaba ser joven, estudiaba y les ayudaba en la tiendita. Era un hijo que escuchaba consejos y era respetuoso.

"Por el asesinato de mi hijo había dos jóvenes sospechosos, según nos dijo el OIJ. Uno de ellos era un menor de edad que fue asesinado en Tres Ríos el año pasado y el otro de apellido Segura (19 años) está preso en la cárcel de Pérez Zeledón", cuenta don Alexánder.

A esta familia lo que más le indigna es que Alexánder hijo usaba una tableta, pero dos días antes de su muerte le pidió a su papá que le ayudara a comprar un celular.

"Él vino y me dijo y yo no vi nada mal, me dijo 'papi, ayúdeme'; un amigo le vendía uno en ¢5000, él lo compro, ese celular no servía más que para usarlo para los juegos que tenía, para nada más, para eso era que él lo quería", detalla.

Don Aléxander asegura que siempre había sido sobreprotector, pero ahora lo es más e igual la madre de sus hijos, doña Daisy, quien ha sufrido muchísimo.

"Yo estoy esperando el juicio y pidiendo a Dios que se dé la condena. La pena (al sospechoso) no me va devolver a mi hijo, pero me va a dar tranquilidad, creo que hasta el día que yo o esa persona que hizo el daño muera yo dejaré de tener miedo. No quiero que ninguna familia sienta el dolor que yo tengo", señala.

Asegura que cuando el juicio pase se irá a vivir bien largo porque cuando está en la tienda recuerda el momento en que su hijo estaba herido en la acera.

"La vida me cambió y me dejó con un dolor muy profundo", dice.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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