El novelón: Ilusión de ver a paracaidista terminó en pesadilla

Maestra pensionada no olvida la presentación del italiano

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Doña Lilliana Solano no puede olvidar después de 64 años lo que ocurrió con el italiano Carlo Humberto Goretti, el 24 de mayo de 1953, ella era tan solo un niña y su felicidad por lo que iba a presenciar terminó en un recuerdo horroroso.

“Yo la noche antes ni siquiera pude dormir de la emoción, me imaginé todo porque era algo nunca antes visto, mi prima Georgina Leandro me llevó de la mano al viejo Campo Ayala en Taras, (ahora puente Pancha Carrasco), los de la Cruz Roja habían pintado un circulo donde decía "caer el paracaidista", en aquella época les decían aviadores”, relató.

Goretti murió en un espectáculo que él mismo organizó para ayudar a la Cruz Roja de Cartago. El show consistía en lanzarse con paracaídas de una avioneta, pero todo terminó en una tragedia.

Ese día y el trágico hecho quedó grabado en la vida de la educadora cartaginesa de 71 años.

“Todavía me parece oler, el humo que emanaban de las llantas quemadas por los cruzrojistas para indicarle a Goretti el lugar exacto donde debía caer, que era el centro de la plaza. La avioneta dio una vuelta en redondo y veíamos a Goretti, de pie en la puerta, levantar la mano saludándonos y de un momento a otro se lanzó al vacío, ante la gritería de la gente”, recordó la pensionada.

El italiano cayó de cabeza a 150 metros de donde debía caer.

“Fue patético ver la escena, algunos dijeron que no calculó bien el tiempo en que debía abrir el paracaídas, pero sí se podía observar, que él hacía esfuerzos por abrirlo, hasta casi llegando al suelo, pero éste no se abrió, era muy lamentable porque él murió tratando de ayudar a la Cruz Roja, aquello parecía como cuando un pájaro se lanza y a gran velocidad choca contra el suelo”, recordó Solano.

"La caída fue tan fuerte que la misma tierra quedó hundida, toda la gente quiso correr para ayudarlo, pero dicen que la escena fue terrible, yo me quedé quieta porque andaba vestido y para llegar a donde estaba tenía que cruzar una cerca de alambres, no podía llegar a mi casa toda sucia”.

Doña Liliana recordó que en honor a su valentía y ayuda, el 12 de octubre de 1954 se fundó la Cruz Roja de Cartago y se colocó una placa que hasta la fecha permanece en la sede, en honor al italiano.