Sucesos

El novelón: Tío levantó casita en el mismo lugar donde murieron enterrados dos sobrinos

Luis y Arquímedes Áviles, de 21 y 40 años respectivamente murieron aplastados por un deslizamento en 2007

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Aunque siempre se le ve muy tranquilo y sonriente, don Efraín Beita no ocultó que de vez en cuando necesita tomar un momento para sentarse a llorar, esto le suele pasar cada vez que recuerda como sus dos sobrinos murieron en el mismo lugar donde hoy se encuentra la casa en la que vive con su familia.

Entre los recuerdos de una de las peores tragedias en la historia del país, Beita reconstruyó su casa en el mismo lugar donde un deslizamiento acabo con la vida de 14 personas, en Bajo El Cacao de Atenas. Él, su esposa y sus dos hijos lograron sobrevivir de puro milagro.

Más de 10 años han pasado desde ese trágico día; sin embargo, don Efrain sigue recordando ese jueves 11 de octubre del 2007 como si fuera ayer, pues aún no logra sacarse de la mente los gritos de auxilio de sus familiares y vecinos, quienes fallecieron debajo de la tierra y los escombros.

“Solo se oían los lamentos donde el aterro bajaba con la gente que iba enterrada, se oía como un eco, como un grito, un quejido que salía para arriba”, recordó el hombre.

Beita dijo que todo sucedió a eso de las 2 a.m., cuando un muro que construyó el Conavi se vino abajo llevándose todo a su paso, incluida la casita en la que estaban durmiendo él, su esposa Flor Fonseca, sus hijos Gerson y Josué (quienes para ese momento tenían 6 y 10 años), y sus sobrinos Luis y Arquímedes Áviles, de 21 y 40 años respectivamente.

Un fuerte estruendo, casi como un rugido, fue lo que despertó a Efraín, quien en cuestión de segundos vio como las paredes de su casa se doblaron por el peso de la tierra, dejándolos atrapados a todos.

“Yo quedé presionado por la casa que se nos vino encima, no podía salir ni para adelante ni para atrás, mis sobrinos estaban en un cuarto a la par mía, yo intentaba abrir porque ellos me llamaban y pegaban para que los ayudara. A mi me sacaron, pero mis sobrinos murieron estripados porque la tierra fue bajando y bajando”, mencionó.

Don Efraín contó que su esposa e hijos quedaron del otro lado de la casa, donde la tierra aún no había hecho tanta presión, por lo que lograron salir con vida gracias a la ayuda de varios vecinos que corrieron a socorrerlos.

Luego de la tragedia y sin un lugar al cual poder ir, Beita tomó la decisión de levantar su casa en el mismo lugar donde tragicamente fallecieron sus sobrinos, quienes habían llegado a su casa en busca de una mejor oportunidad.

“Ellos tenían como tres meses de vivir conmigo, uno venía de Pérez Zeledón (Arquímedes) y el otro era de San Vito (Luis). Ellos se vinieron porque aquí les quedaba más cerca para ir a una empresa en donde habían conseguido trabajo, era una empresa avícola”, relató.

Aunque ya no vive con miedo de que otra tragedia suceda, don Efran dijo que le gustaría salir de ese lugar para llevar a su familia a una mejor casa; sin embargo, no ha podido debido a que no ha recibido la ayuda que tanto le prometieron las autoridades días después de la tragedia.

Según Beita, el ministerio de Vivienda le dio un bono, pero pudieron hacer muy poco con esta ayuda, por lo que en la institución le dijeron que el se encargara de buscar un terreno y ellos le ayudarían a adquirirlo, pero le ha sido imposible porque los dueños de los terrenos no aceptan bajar los precios.

“Nosotros teníamos que conseguir la propiedad y llevarla Banhvi para que le hagan el estudio a ver si clasifica para comprársela a uno. Hemos andado buscando por todo lado, de ¢30 millones son las propiedades y le piden a uno allá en el Ministerio que lleve una acción de venta para ellos valorarla y después venir a hablar con la gente a ver si se la dejan más barata, pero las opciones de venta no dan, nadie quiere dar nada al ministerio para estas carajadas”, añadió.

En el 2010 varios de los sobrevivientes y familiares de los fallecidos presentaron una demanda contra el Estado y la Municipalidad de Atenas, exigiendo indemnizaciones por ¢2.300 millones, al final no se llegó a nada, a pesar que geólogos de la UCR aseguraron el que muro de contención falló.

Esto debido a que un juez desestimó la demanda, indicando que la entonces ministra de obras públicas y transporte, Karla González, no tenía responsabilidad de los hechos, ya que aunque la tragedia sucedió en su gestión, el muro fue construido antes de que ella fuera nombrada. Lo mismo se dijo del director del Conavi.

La decisión desilusionó a muchas de las familias, quienes optaron por abandonar cualquier proceso penal y salir de ese lugar, esperando olvidar ese capítulo tan triste de sus vidas.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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