Sucesos

El Sable: "¿De qué sirve arrepentirse si la maldad ya está hecha?"

Preso asegura que está pagando en la cárcel todo lo que hizo

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El bailarín exótico Henry Marín Quesada, conocido como “el Sable”, asegura que aunque él se arrepienta de haber abusado sexualmente se siete mujeres el daño que les causó es irreparable.

Marín fue condenado a 156 años de prisión por esos ataques, cometidos en 1998 en el mismo lugar, un charral cercano a una parada de buses sobre la pista General Cañas, frente al residencial Los Arcos.

–¿Usted se arrepiente de lo que hizo?

Aunque me arrepienta ya yo les hice el daño y por eso estoy aquí, es algo irreparable, ¿de qué sirve arrepentirse si la maldad ya está hecha?

-¿Si usted era un maripepino tan famoso por qué cree que terminó así?

-Por las malas juntas, por los vicios, porque no tenía la madurez de ahora. Tuve que llevarme muchas lecciones y aquí estoy pensando que pude haber tenido una vida distinta porque tuve la papa en la mano, con los bailes ganaba hasta treinta mil colones en un ratito hace más de 21 años.

–¿Alguna vez vino alguna persona a recriminarle lo que hizo?

No. la verdad, solo me visita mi familia y vino en algún momento una muchacha con la que tuve una relación. He tenido amigas por Facebook porque uno estando preso consigue tener acceso a celular.

-¿Por qué lo acusaron en el 2013 de una violación ocurrida en la cárcel (La Reforma)?

No, no, eso fue un error. Ella y yo estábamos enamorados, ella sabe que era así, eso no pasó a más, hasta la mamá me mandaba comida.

(El 11 de mayo del 2013 una joven modelo lo denunció porque, según el expediente, la violó en La Reforma durante una visita. Él la había contactado por medio de una página donde ofrecían trabajos a modelos; a la modelo incluso le habían pedido fotos y le hicieron llamadas para amenazarla con que debía ir a la cárcel a visitar a Marín).

-Usted dice que va salir a más tardar en dos años, ¿quién le garantizó eso?

–Es que el máximo son cincuenta años. Yo me porto bien, ya no he vuelto a quererme fugar, tengo bachillerato y participó en todos los cursos que me llaman la atención y hasta los termino. Aquí me han hablado y me han dicho que me van a ayudar para poder irme con mi familia pronto, a veces me hacen pruebas y así para ver si estoy listo. Yo voy a salir de aquí pronto.

-¿Qué piensa hacer para no volver a la cárcel?

-¿Usted cree que yo voy a volver a la cárcel?, yo aquí no vuelvo, ya aprendí. Ahora lo que quiero es que cuando se pueda logre salir, estar con mi familia, conocer a mi sobrino que está pequeño, buscar una pareja y tener una familia.

-¿Y si los especialistas con las pruebas consideraran que no debe salir?

-Yo hago todo por portarme bien, yo sé que me van a dar por lo menos algún beneficio. Yo no pierdo la fe.

-¿Cómo consiguió esa cantidad de joyas que anda?

-Me las había comprado cuando era bailarín y las tengo aquí y las uso. Nadie me las ha robado porque todos me respetan aquí. Incluso en La Reforma algunos me veían como un héroe por las tres fugas que protagonicé, pero me calmé porque no quería terminar muerto como en el caso de Johel Araya, éramos amigos. (El 22 de mayo del 2011 Araya apareció muerto en su celda, había protagonizado un intento de fuga).

Aunque Marín confía en que podría quedar libre en dos años, su pena es de 50 años, es decir, en el 2023 cumpliría la media pena; sin embargo, Mariano Barrantes, director de Adaptación Social, asegura que en un caso como el de Marín, con una pena tan alta, es posible que se le empiecen a hacer algunas pruebas cuando le falten unos ocho años para cumplir el total de la pena.

"No es posible que a una persona privada de libertad sujeta a una sentencia condenatoria como la dictada al señor Marín Quesada se le efectúe la valoración técnica ordinaria y que de esta devenga un cambio en su modalidad de custodia (reubicación en centro semi institucional o bajo control y seguimiento de una Oficina de Atención en Comunidad), excepto que le reste por descontar ocho años o menos de prisión", explicó Barrantes.

El funcionario añadiÓ: "En lo que respecta a las posibilidades de egreso a la mitad de la condena y conforme hemos visto, no es posible a través de algún beneficio penitenciario, pero sí tiene derecho a que se le practiquen estudios profesionales en el sistema penitenciario a la mitad de la pena, de acuerdo con lo que establece el artículo 64 del Código Penal para efectos de libertad condicional. La decisión final le corresponde asumirla a los Juzgados de Ejecución de la Pena, tomando en consideración los informes técnicos que les proporcione el Instituto Nacional de Criminología".

El criminologo Gerardo Castaing asegura que la recuperación en casos como el de Marin es mínima y lo más común es que salgan para volver a delinquir.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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