Carolina Angulo González describe como un verdadero milagro que ella y el bebé que lleva en su vientre sobrevivieran al impacto que provocó la onda expansiva de un rayo que cayó a pocos metros de donde estaba.

La mujer, de 25 años, quien tiene tres meses y medio de embarazo, aseguró que esa ha sido la peor experiencia de su vida, sobre todo por el temor que sintió de perder a su amado bebito.

“En lo único en lo que pensaba era en mi bebé, que no le pasara nada, pasaba diciendo: ‘Dios mío, que no me haya tocado al bebé’. Estaba muy preocupada porque tengo un embarazo de alto riesgo”, recordó la joven.

El hecho ocurrió el pasado lunes 7 de setiembre a eso de las 3:40 de la tarde, cuando Carolina se encontraba en la casa de su mamá, ubicada en barrio San Martín en Venecia, de San Carlos. Según la embarazada, ese día estaba lloviendo muy fuerte, pero no había escuchado o visto ni un solo rayo.

Luz resplandeciente

Angulo recordó que ella y su hermana estaban sentadas en el corredor de la casa, y en ese momento se dio cuenta de que a su celular le quedaba poquita batería, por lo que decidió conectarlo a una extensión eléctrica.

Luego de hacer eso, la mujer se acordó que debía pedirle un favor a su pareja, por lo que que agarró el celu para enviarle un mensaje de audio por WhatsApp, momento en el que cayó el rayo.

“Lo que puedo recordar es que vi una luz blanca resplandeciente y luego sentí un hormigueo en todo el cuerpo. Creo que el rayó me alcanzó por medio de la electricidad, porque en ese momento tenía el celular en la mano”, añadió.

El bombazo fue tan fuerte que Carolina se fue de espaldas con todo y silla. Milagrosamente su hermana no fue alcanzada por la onda expansiva, por lo que salió corriendo en busca de ayuda para Angulo.

“No podía mover los brazos ni las piernas, sentía un hormigueo en todo el cuerpo. Mi hermana me acostó y me dijo que descansara, en eso llegó una amiga para ayudarme porque estaba muy aturdida”, mencionó.

Sustazo

En cuestión de minutos Carolina fue atendida por varios cruzrojistas, quienes notaron que tenía la presión muy alta, por lo que la llevaron de emergencia a la clínica de Aguas Zarcas, en San Carlos.

“Me revisaron de nuevo y como estaba todavía más alta (la presión), entonces me llevaron al hospital de San Carlos para ayudarme, porque en mi condición eso era muy peligroso”, dijo.

Afortunadamente todo terminó en un sustazo, ya que después de hacerle varios exámenes, ultrasonidos y monitoreos, los doctores le dijeron que ella y su bebé estaban fuera de peligro.

“Gracias a Dios no nos afectó en nada, ya que los doctores me dijeron que a futuro no va a afectar al bebé, pero me advirtieron que si de nuevo se me subía la presión debía ir lo antes posible al hospital”, contó Angulo.

Muchos daños

Producto del bombazo causado por el rayo, Carolina y su esposo, Alejandro Castillo, perdieron varios electrodomésticos.

“Se me quemaron dos pantallas, el microondas y la refrigeradora, además el cargador del teléfono me quedó inservible”, contó.

Angulo dijo que los más afectados por estas pérdidas fueron sus otros otros dos hijos de 5 y 8 años, quienes en su inocencia lloraron al saber que ya no podrían ver tele, Además dijo sentirse preocupada por no tener una refri para guardar la comidita.

“Gracias a Dios no hubo más daños, pero en esta situación en la que uno está, así sea algo mínimo lo que se pierda, duele mucho porque son cosas que a uno le costaron y ahora es más difícil recuperarlas”, dijo Angulo.

Carolina dijo que su familia está pasando por un momento muy duro en lo económico, pues su esposo trabaja como guarda de seguridad y desde que inició la pandemia por el covid-19 no encuentra trabajo, sobre todo por la cancelación de eventos masivos.

“Yo tengo mis gastos, porque tengo que estar viajando hasta el hospital de la Mujer en San José por mi embarazo de alto riesgo, entonces tengo que estar sacando los pases para ir y venir de las citas”, añadió.

La mujer dijo que cualquier ayuda que ella y su familia reciban sería una enorme bendición, sobre todo ahora que están a la espera de su bebito, pues además tienen otros gastos como pagar los recibos y el alquiler de su humilde casita.