Una casa alquilada por la Asociación Deportiva Guanacasteca (ADG) que está a un costado del estadio chorotega, en Nicoya, fue el escenario de una fiesta clandestina.
La Fuerza Pública recibió la denuncia de la pachanga este viernes 4 de junio pasadas las 10 p.m. por lo que frenó la actividad, en la que había más de 100 personas, entre estas algunos menores de edad, dijeron las autoridades.
En apariencia, la fiesta fue planeada por uno de los porteros de la ADG. Al ver a los policías, el arquero habría salido y la emprendió contra los uniformados.
Incluso habría amenazado con matar a golpes a uno de los policías si se lo encontraba después sin llevar el uniforme, expresaron algunos testigos.
Este lunes 7 de junio la Fuerza Pública presentará un informe en el Ministerio Público por las amenazas contra el funcionario policial.
La Teja le consultó a César Blanco, periodista de ADG, sobre esta situación, pero no hubo respuesta.
Las autoridades de Salud tienen prohibidas las fiestas para evitar la propagación del covid-19, los llamados los hacen desde hace 15 meses, la Policía tiene la responsabilidad de intervenir en los sitios donde no cumplan con las medidas.
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Los jóvenes siguen siendo los más cabezones de no atender el llamado.
El covid ha cobrado la vida de 4153 personas en el país, entre edades de los 2 hasta los 103 años.
Este es el segundo escándalo en Guanacasteca, que acaba de ascender a primera división, el primero fue cuando Edder Nelson, defensor del equipo, habría pateado a la perra Milka que vive en la Villa Olímpica de Desamparados y es investigado por violencia animal.