Sucesos

Encañonan, amarran y tiran en alcantarilla a adulto mayor para robarle el carro

El vehículo es el ‘machete’ de trabajo de un porteador

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Don Eduardo Carrillo, de 67 años, y su familia vivieron tres horas de terror cuando al menos dos delincuentes los atacaron para robarles el carro.

La agresión directa fue contra don Eduardo, pero sus parientes también sufrieron al desconocer el paradero de él durante esas horas.

El ataque ocurrió este lunes 15 de febrero, cerca de las 9 de la noche. Don Eduardo se encontraba estacionado frente a la tienda El Huracán, cerca del Perimercados de Grecia, cuando de pronto un hombre se le montó.

“Pensé que era un cliente, pero de inmediato sacó un arma de fuego, me apuntó y me dijo ‘jale’”. Don Eduardo arrancó.

“Cuando llegamos a la entrada de Atenas dijo que me detuviera, en eso se montó un sujeto y este me agarró del cuello, luego me pasaron para los asientos de atrás, me amarraron de las piernas y las manos para atrás”, recordó.

Dice que no logró verlos bien.

Recuerda que usaban un acento colombiano, pero bien podría haber sido fingido.

“Me decían ‘parcero, lo que necesitamos es el carro suyo, no le vamos a hacer daño’, sin embargo, yo sentía que sí me querían hacer daño, pero yo iba amarrado, llevaba la mascarilla puesta. Yo solo les decía ¿por qué me van a hacer daño si no estoy oponiendo resistencia, pueden llevarse el carro y tirarme. Nadie los va a seguir, pero me llevaron hasta los montes del Aguacate”.

Pensó que le quitarían la vida y temía por la familia pues sentía que iban a sufrir.

“Creí que todo iba a terminar mal, pero les insistía en que era una persona mayor y no podía hacer nada. El que iba manejando le dijo al otro ‘no maltratemos al señor’, entonces me tiraron como a un metro de altura en una alcantarilla, uno de ellos se metió, yo quedé boca abajo, encima de un barrial con piedras y me dijo ‘aquí se queda, más bien quedó muy bien’”.

Por ese lugar no pasan personas a pie, solo carros y menciona don Eduardo que trató de quitarse las amarras, pero fue imposible. Desde donde estaba oía los carros pasar y por más que gritaba nadie lo escuchaba. En un momento vio los destellos de una luz giratoria y siguió gritando.

“Eran los policías de la delegación de San Mateo, llevaban la ventana abierta y por eso me oyeron. Ellos luego le avisaron a mi familia”, dijo.

El rescate, casi milagroso, fue a la medianoche de este martes. Los hijos fueron a recoger a don Eduardo a las 2 a.m. de este martes. El señor tenía algunas cortadas y golpes, pero está fuera de peligro.

El carro sigue en paradero desconocido.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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