Escolares usan celulares para compartir pornografía entre ellos ¡Esto es un delito!

Algunos escolares que tienen celulares se están pasando fotografías de índole pornográfico entre ellos.

Así lo confirmaron Sonia Monge, subjefa de la Sección de Penal Juvenil y la psicóloga Anais Bolaños de la Sección de Apoyo Psicológico Operacional (SAPSO).

Esta situación trascendió como parte de la violencia que se ha generado en los centros educativos y la cual ha ido en aumento desde que las clases volvieron a ser presenciales.

Estas imágenes son de ellos mismos, algunos porque les gusta algún compañerito y la pasan, así como otros que les piden ese tipo de imágenes.

“Ellos se toman fotografías o les llegan de otros compañeros las imágenes, ‘me tomo fotografías porque me gusta mucho X persona y me pidió una foto’, pero esta persona se la manda a otro compañero, las comparten en otros chats”, dijo Monge.

Estos hechos se está dando tanto en colegios públicos como privados.

La pornografía infantil es un delito, sin embargo la están cometiendo escolares menores de 12 años y para ellos no hay tutela de la Ley Penal Juvenil, solo están en manos del Patronato Nacional de la Infancia (Pani).

“Se está volviendo muy común y no debería ser pasar pornografía infantil, me estoy refiriendo a que los mismos estudiantes se están pasando imágenes donde se desnudan y se lo pasan a un compañero y después de ahí comienzan a distribuirlo y esto es un delito, es difusión de pornografía infantil”, señaló Monge.

Además de estás imágenesm hay otros problemas que se están dando entre los niños, como violencia por prestar o vender algún artículo que no les quieren devolver o pagar.

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“Se aborda desde dos puntos, como víctima y como victimario...sí es preocupante. Creo que un poco más de supervisión por parte de los padres en ese tema... sé que los permiten en los centros educativos (celulares) porque se pasan tareas, trabajos, entonces sí es funcional, pero está ese temita por ahí que es importante que los padres tengan más supervisión”, señaló Monge.