El tema de la factura electrónica tiene a más de uno hecho un enredo y de esta situación se han aprovechado estafadores, quienes a punta de aplicaciones y otras herramientas tecnológicas han ido sumando víctimas.
De acuerdo con la Sección de Fraudes y Estafas del OIJ este tipo de casos ha subido desde abril de este año porque muchas personas empezaron a interesarse en la factura electrónica.
Algo que llama mucho la atención de las autoridades es que los maleantes ya no solo hacen llamadas haciéndose pasar por funcionarios del Ministerio de Hacienda para tratar de estafar. Se han “modernizado”.
Roberto Lemaitre Picado, abogado e ingeniero informático especialista en delitos informáticos, explicó que uno de los nuevos métodos que usan es “enmascarar” el número telefónico del que llaman para hacerles creer a las personas que les telefonean desde instituciones confiables.
“Existen herramientas que se pueden descargar y, por decirlo de alguna forma, ‘enmascarar’ el número real, entonces el estafador puede aparentar que es una entidad oficial, como el Ministerio de Hacienda, para ayudarlo con un trámite”, explicó.
Aunque no tiene el dato exacto de cuándo empezó a usarse esta aplicación para estafar, Leimatre dijo que es muy reciente en Costa Rica pero se trata de una modalidad muy usada en otros países en donde el cibercrimen se encuentra en una etapa más avanzada.
Control remoto
Además de enmascarar los números que usan para tratar de estafar, Leimatre mencionó que algunos delincuentes “complementan” el engaño con el uso de una aplicación que funciona al estilo control remoto.
“Le piden a la gente instalar alguna aplicación o entrar a un sitio web falso para tomar control del sistema (computadora), de manera que puedan ingresar a distintos archivos y sitios web para robar información sensible como información de cuentas bancarias”, dijo el experto.
Pero no siempre el maleante toma el control de la compu porque esas aplicaciones también le permiten ver qué hace la víctima. El maleante simplemente va dando indicaciones para que sea el usuario el que revele su información sin darse cuenta de que está siendo vigilado.
“La tecnología es un arma de doble filo, las herramientas para asistencia remota tienen una gran utilidad para temas de soporte técnico y servicio al cliente, pero lo que ha pasado es que también han sido aprovechadas por el ciberdelincuente para un mal uso”, añadió.
El especialista dijo que aunque los estafadores se han modernizado aún siguen utilizando métodos más conocidos y viejos, como simplemente hacerse pasar por un funcionario de alguna institución o recurren a la llamada tripartita (le dicen a la víctima que lo van a comunicar con un funcionario bancario que resulta ser otro maleante).
Y muchos siguen cayendo en esas trampas.
Santo remedio
Lemaitre explicó que existe un santo remedio para ponerles fin a las fechorías de estos ciberdelincuentes y es tan sencillo como que la gente se pellizque y no se deje bailar aunque reciba una llamada que parece real, incluidos los ruidos que se oyen de fondo.
“Esto se resuelve por medio de la cultura digital, en palabras más sencillas que usted, aunque le aparezca el número del banco o de Hacienda y le están pidiendo esos datos sepa que no debe darlos. Ahora hay que trasladar esta malicia indígena que tenemos al mundo digital”, dijo.
El Ministerio de Haciendo ha advertido a la población sobre esta clase de las estafas en muchas ocasiones. Ha explicado que la institución no llama a nadie para ayudarle con los trámites o pedirles que bajen una aplicación.
Una llamada de esas debe ser cortada de inmediato.
“El usuario simplemente debe negarse a dar información y a bajar cualquier tipo de aplicación y en último caso, si aún tiene dudas, no siga hablando con esa persona y llame a la institución para corroborar si lo que le ha dicho quien llamó es verdad”, detalló Lemaitre.